Grisines caseros
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Ingredientes:
Los grisines, o grissini en italiano, son un icónico elemento de la panadería italiana. Son conocidos por su deliciosa textura crujiente y su versatilidad en la mesa. Grisines son palitos de pan crujientes que a menudo se sirven como aperitivo o acompañamiento. En este caso vamos a darle a estos grisines caseros un toque de romero para añadir un sabor delicioso y aromático.
Su origen se remonta al siglo XVII en la región de Piamonte, Italia. La historia cuenta que fueron creados para el joven duque Víctor Amadeo II de Saboya. Tenía problemas de salud y necesitaba un pan fácil de digerir. Los panaderos locales inventaron estos delgados y crujientes palitos de pan, que además de ayudar a la salud del duque, también se convirtieron en un pilar de la gastronomía italiana.
A lo largo de los siglos, los grisines han evolucionado, adoptando diversas formas y sabores. Siendo amados tanto por los niños que disfrutan de su sencillez, como por los adultos. El romero, con su aroma pináceo y su sabor fresco, añade un sabor herbáceo maravilloso a los clásicos grisines.
El arte de hacer grisines en casa nos conecta con esta rica historia, permitiéndonos experimentar y participar en una tradición que ha sido apreciada a lo largo de las generaciones. La receta que sigue ofrece llevar a tu mesa no solo un pan crujiente y delicioso, sino también un pedazo de la cultura italiana. Son perfectos para disfrutarlos en una cena familiar o en una reunión con amigos. Estos grisines caseros de romero seguramente traerán una chispa de la cocina italiana clásica a tu hogar.
Cómo hacer grisines caseros:
- Para empezar con esta deliciosa receta debemos preparar la masa. Cogemos un tazón grande y mezclamos la harina tamizada, la sal y el azúcar.
- En otro recipiente disolvemos la levadura en el agua tibia y dejamos reposar durante unos minutos.
- A continuación, añadimos la mezcla de levadura al tazón con los ingredientes secos. Echamos el aceite de oliva y mezclamos hasta que se forme una masa.
- Amasamos durante aproximadamente 10 minutos hasta obtener una masa suave y elástica.
- Seguidamente, cubrimos el tazón con un paño húmedo. Lo dejamos reposar la masa en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
- Ahora, precalentamos el horno a 200°C y colocamos papel de horno o sulfurizado en una bandeja para de horno.
- Mientras se va calentando dividimos la masa en pequeñas porciones (según el número y tamaño de colines que deseemos).
- Enrollamos cada porción de masa en cilindros largos y delgados. Los espolvoreamos cada colín con un poco de romero picado, presionando ligeramente para que se adhiera correctamente.
- Posteriormente, colocamos los colines en la bandeja para hornear, asegurándonos de dejar espacio entre ellos para que no se peguen mientras se hornean.
- Horneamos durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes. Como opción, podemos, a mitad del horneado, espolvorear un poco de sal gruesa sobre los colines para darles un toque adicional de sabor y textura.
- Por último, dejamos que los colines caseros se enfríen en una rejilla antes de servir. Pueden disfrutarse solos o acompañando a un dip, tablas de quesos con una mermelada de tomate y/o mermelada de cebolla, embutidos, unos tomates confitados, etc.
Podemos ajustar la cantidad de romero según la preferencia de cada uno. Si lo deseáis, podemos añadir otros sabores como ajo en polvo, semillas de sésamo, o queso parmesano rallado.
Debemos almacenar los colines en un recipiente hermético para mantener su textura crujiente. Con esta receta podemos obtener aproximadamente 20-25 colines, dependiendo del tamaño que les demos. La cantidad puede ajustarse fácilmente, duplicando o dividiendo la receta para ajustarse a las necesidades de cada uno.
¡Espero que disfrutes haciendo y comiendo estos deliciosos colines con romero! ¡Buon appetito!
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