Aros de cebolla crujientes
Ingredientes:
Hablemos de comida rápida. Esa comida que sabemos que no tiene prácticamente nada bueno para nosotros pero que a pesar de todo, necesitamos concedernos de vez en cuando. Esa comida que, cada cierto tiempo, apetece compartir con amigos, con la familia, con una peli o con un juego de mesa entretenido. Sinceramente, en su justa medida tampoco es para tanto. Así que tomad nota porque vamos a compartir con vosotros la receta de unos aros de cebolla súper crujientes y con un ingrediente que va a marcar la diferencia: ¡cereales!
Esta receta es fácil y rápida de preparar, además de versátil ¡como siempre os digo! Y es el acompañamiento perfecto para una noche de hamburguesas. Os dejamos escoger las vuestras: ¿tal vez unas hamburguesas de lentejas? O la hamburguesa rellena de queso y bacon caramelizado, o una hamburguesa de pollo, o esta hamburguesa gourmet con cebolla caramelizada. ¿Cuál preferís?
Y, por supuesto, que no falten unas ricas patatas gajo, en las que podéis usar parmesano vegano para una opción sin lactosa. O simplemente ¡omitid el queso!
¿Quién inventó los aros de cebolla?
El origen exacto de esta receta no es fácil de determinar. Una de las primeras fuentes escritas es una receta que apareció en un libro llamado “The art of cookery – Made easy and refined”, de John Mollard, en 1802. La receta: cebolla frita con parmesano.
Sin embargo, es la cadena americana de restaurantes Pig Stand la que se define como la creadora en 1921 de la receta que conocemos hoy en día. Más tarde, en 1933, la marca americana Crisco (empresa de grasa vegetal) se atribuía el mérito de este plato tras publicar la receta en un anuncio en el New York Times Magazine.
Sea como sea, queridos aros de cebolla, ¡gracias por existir!
Cómo hacer aros de cebolla:
Existen muchas opciones a la hora de preparar el rebozado de los aros de cebolla. Pueden llevar huevo, leche, pan rallado, panko, cerveza en lugar de agua con gas… Pero el rebozado que os proponemos hoy es sin huevo y sin leche. Apto para veganos y personas alérgicas a estos ingredientes. Y con los cereales… ¡vais a alucinar!
- Primero pelaremos y cortaremos las cebollas. Hay que cortar los dos extremos de la cebolla, que reservaremos para usar en otras recetas ya que no nos sirven para los aros. Cortamos el resto de la cebolla en rodajas de medio centímetro.
- Separamos los aros y reservamos.
- Turno del rebozado. En primer lugar trituramos con una picadora, o robot de cocina, los cereales, hasta que la textura sea finita. Colocamos los cereales picados en una fuente.
- En un bol mezclamos el resto de ingredientes secos del rebozado.
- Cuando los ingredientes secos estén mezclados, incorporamos poco a poco el agua con gas, mezclando con unas varillas para que todo quede bien integrado.
- En una encimera colocamos: una bandeja o plato grande donde dejaremos los aros de cebolla antes de freírlos, el bol con la mezcla de agua y harina, y la fuente con los cereales.
- Rebozamos uno a uno los aros de cebolla, con ayuda de un tenedor o de dos brochetas de madera. Primero en la masa líquida, seguidamente en los cereales, y por último, a la bandeja.
- Una vez listos, calentamos el aceite de girasol en un cazo.
- Cuando esté MUY caliente pero sin humear, empezamos a freír nuestros aros de cebolla. Estarán listos cuando tengan un tono tostado apetecible. Los sacamos a una fuente con papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
¡Y listo! Lo mejor es comerlos recién hechos para que no se enfríen y no pierdan la textura. Si os sobran, podéis darles un golpe de horno para que recuperen un poco el estupendo crujiente. Os recomendamos servir estos aros de cebolla con salsa barbacoa, o una mayonesa casera, o incluso con un guacamole hecho en casa. ¡Qué aproveche!
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