Un bodeguero con sabor histórico

Un bodeguero con sabor histórico

martes 04 de julio del 2023 | 07:27
B2C

En la galería de retratos del vino español tiene hueco privilegiado José Moro Espinosa. Puro ejemplar de la Ribera del Duero, está en la línea ya mítica de los Emilio Moro, abuelo y padre, de los que ha recibido un imponente legado de conocimiento y de sabiduría de campo. José es un bodeguero de proyección internacional, que se ha recorrido los continentes con una botella de vino en la maleta, y que ha interpretado en clave vanguardista la dimensión plural de algo necesitado de ser contado. Y cantado, porque este hiperactivo inspirador de vinos, se ha ligado no sólo a los críticos y oficiantes de la gastronomía, sino a periodistas de nivel, artistas, los deportistas mejores, y en definitiva el quién es quién de este país y de muchos otros.

Ese talento innato para la comunicación enológica, esa pasión elegante para seducir con una copa de vino a cualquier auditorio, es un bagaje emocional y cultural que se expresa en todo lo que hace. Durante más de tres décadas ha estado al frente de la bodega familiar Emilio Moro, y según cuenta de resultados ha ido aumentando exponencialmente los índices de facturación, al compás de una notoria expansión internacional. Esa que le ha llevado a la complicidad de los que puntúan en las guías del vino, y el conocimiento cada vez mayor de esas etiquetas. Tras un proceso de disensiones en la casa, José Moro ha decidido que el eje esencial de su creatividad y visión enopática sea Cepa 21.

Esta bodega que nació como talentoso experimento para buscar la modernidad y la renovación de la Ribera, es hoy el campo de ideas de este personalísimo bodeguero. Llegó incluso en su germen a contar la bodega con muchos cómplices celebres del arte y el deporte, y actualmente expresa la personalidad única de José. Todo ese evidente conocimiento de terruño, ese ADN de generaciones se revela de modo desbordado y gozoso en los tintos que en estos años ya adquieren valor de Ley. Es el caso del ejemplar que da nombre a la bodega, pura expresión del equilibrio de la fruta y la crianza, y que ahora en la añada del 2020 adquiere incluso una mayor longitud en todos sus tercios.

Además, Malabrigo y Horcajo son vinos de parcela, de genuina contemporaneidad con una soberbia combinación entre la potencia y la figura, en ambos casos para ser disfrutada durante largos años y no podemos olvidar al tinto de hechura mas sencilla como es Hito ideal para la barra de puntapié, comidas y charlas eternas de amigos y ligues.

José Moro tiene en su reto que no cesa darle hondura a esta casa desde el respeto a la viticultura, la puesta sin retóricas por lo sostenible, que le llevado incluso a obtener certificaciones medioambientales de auténtico prestigio, y de defensa a ultranza de las energías renovables. Sin olvidar iniciativas de naturaleza artística desde Nueva York con el pintor Domingo Zapata en Times Square, hasta el patrocinio de la colección “Fashion art to Wear”, en la que el mundo de la moda y el arte han tenido presencia recientemente en Madrid.

La personalidad de un grande. Y así se valora por sus amigos, porque como pensó Aristoteles, si no hay justicia, no hay amistad. Olé tú, José.

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