Hoteles con Llave Michelin si veraneas en Cataluña

En las montañas a las afueras de Tarragona, a dos horas hacia el oeste de la ciudad de Barcelona, queda el Parque Natural de la Sierra del Montsant. Y en el siglo XII, al pie de estas montañas, un grupo de monjes cartujos estableció un monasterio y una finca donde cultivaban uvas, olivas y otros frutos. Hoy completamente restaurado, está disponible para los viajeros bajo el nombre Terra Dominicata – Hotel & Winery.

Se trata de un establecimiento mucho más elegante de lo que habrá sido en tiempos monásticos. Tiene un estilo que refleja una exclusiva elegancia moderna y las habitaciones mantienen más que un toque del carácter rústico, desde las vigas de los techos hasta los suelos de madera y la ocasional pared original de piedra.

A su vez, en sus instalaciones cuenta con una piscina exterior que aprovecha al máximo los impresionantes paisajes y, conforme a los gustos de la España moderna, también dispone de un restaurante que sirve un menú diverso de creativas opciones para el desayuno, comida y cena.

Ubicado en el edificio clásico de un antiguo banco de Passeig de Gràcia, se encuentra el Mandarin Oriental Barcelona. Su fachada encaja perfectamente en el entorno del Eixample, pero entrarás en otro mundo nada más cruzar la puerta.

Las instalaciones siguen la definición de lujo. En este sentido, el vestíbulo y el restaurante están flanqueados por unas pantallas con diseños que recuerdan a la arquitectura tradicional islámica, solo que adaptada al siglo XXII.

Su madera noble y sus colores apagados y varoniles tienen un inconfundible sabor europeo; la influencia asiática típica de los Mandarin se aprecia en la sencillez de los espacios abiertos de líneas bien definidas.

Reconvertido a partir de una masía del siglo XVIII, el Mas de Torrent es cualquier cosa menos el sencillo bed and breakfast rústico que cabría esperar. Detrás de estos muros de piedra color miel se esconde un impresionante y elegante hotel de lujo que rivaliza con cualquiera de España.

Cuenta con amplias habitaciones de la masía principal decoradas con un estilo clásico, todas diferentes pero amuebladas con antigüedades y alfombras bien elegidas. Fuera de la granja se encuentran los bungalows, menos ricos en historia, pero igual de lujosos, y en medio de los jardines están las suites, con terrazas y piscinas privadas.

Otros atractivos son el restaurante, posicionado como uno de los mejores de Cataluña, que sirve marisco y productos de temporada en un ambiente informal.

A lo largo de los últimos años, Barcelona se ha consolidado como una capital culinaria de talla mundial. A los bares en los que se puede tapear hasta bien entrada la noche se suma ahora la experimentación gastronómica de vanguardia; se trata de superar los límites tradicionales de la alta cocina. De ahí que haya hoteles como el ABaC Restaurant & Hotel, en los que el restaurante es literalmente lo primero.

En cuanto a las habitaciones y suites, solo hay 15, y lucen un estilo elegante-contemporáneo, a pesar del edificio centenario, que ha sido modernizado con detalles de auténtico lujo: camas y accesorios de baño de categoría, televisores y equipos de música Bang & Olufsen y una infraestructura que se acciona por control remoto.

Por su parte, el hotel Alma cuenta con toques de alta tecnología a través de las instalaciones, destacándose la cerradura de habitación, activada por huella digital. Sin embargo, el ambiente es más contemporáneo que futurista y depende de los encantos de la madera fina y la piel.

En cuanto al mobiliario, es una mezcla de lo clásico del modernismo y las piezas hechas a la medida, y aunque las habitaciones son algo oscuras, los baños son una revelación de radiante luz y piedra blanca.

Situado cerca del Passeig de Gràcia en el elegante distrito de L’Eixample, se encuentra el Almanac Barcelona. En un elegante edificio del siglo XIX cuyos interiores, a cargo del diseñador Jaime Beriestain, recuerdan varias épocas muy admiradas de la historia del diseño, desde el art déco, pasando por el modernismo de mediados del siglo XX, hasta el presente.

Las habitaciones son de alta tecnología y con líneas limpias, pero a la misma vez acogedoras y envolventes, además de que permiten la entrada de una generosa cantidad de sol a través de sus ventanas de suelo a techo.

Hace algo más de cien años comenzó como un restaurante de propiedad familiar situado allí donde El Raval se encuentra con L’Eixample. Ahora, es un elegante hotel boutique.

Sus habitaciones disponen de comodidades actuales. El estilo de las mismas, en parte inspirado en el noucentisme catalán, en parte contemporáneo, refleja esa sencillez y pureza de líneas que se han convertido en el sello distintivo del diseño hotelero del siglo actual y, aunque en ocasiones puedan resultar algo pequeñas, nunca parece que falte espacio.

Ubicado a alrededor de cien metros del Mediterráneo, el Hotel Arts de Barcelona es el edificio más alto de España, y posiblemente el hotel más extraordinario de la Europa Occidental.

Se trata de un rascacielos de 44 plantas, que ya resulta bastante llamativo desde la calle con el sol reflejado en su estructura de acero descubierta, cuenta con un interior igual de impresionante, sobre todo por sus habitaciones con vistas al mar, aunque todas las habitaciones, en las cuatro caras, tienen ventanas desde el techo hasta el suelo con vistas, cuando no puede ser al mar, a la ciudad o a los muelles.

Resulta curioso destacar que se trata del primer establecimiento Ritz-Carlton en Europa, el buque insignia de lo que está abocado a convertirse en toda una dinastía en el futuro. Sus 482 habitaciones no escatiman en ningún lujo: desde los productos de baño Bulgari hasta las batas de Frette, pasando por los sistemas estéreo de Bang & Olufsen.

Por su parte, el hotel Mirlo Barcelona no está en el centro de la ciudad, a diferencia de la mayoría de los hoteles de lujo de la ciudad condal. El nombre es representativo de la filosofía del hotel, que espera que, como el pájaro, vueles para explorar la ciudad durante el día y vuelvas al nido cuando te apetezca disfrutar de su paz.

Además de vegetación y quietud, esta villa señorial reconvertida en hotel ofrece suites románticas pero modernas, cada una con su propio spa (una combinación de hammam, jacuzzi, ducha de efecto lluvia, bañera de hidromasaje y sauna o, en el caso de la elegante Suite Mirlo, todo lo anterior). Para relajarte tendrás muchos rincones donde elegir, desde los bonitos jardines a la tranquila piscina del patio pasando por la acogedora biblioteca o el bar-restaurante con zona interior y exterior bañada de sol.

Situado en el emblemático Barrio Gótico de Barcelona, se encuentra el Mercer Hotel Barcelona. Está formado por 28 habitaciones que hacen que el lugar stio sea muy acogedor.

Los elementos antiguos están asombrosamente bien integrados para tratarse de un hotel con un diseño austero: el ladrillo expuesto no resulta incómodo y las vigas de los techos están pintadas para adaptarse a la paleta de colores, compuesta por una mayoría de tonos crema que crean un equilibrio perfecto con la madera oscura de los muebles. Las lámparas colgantes parecen escaleras de cuerda y hacen que los baños abiertos sean un poco irreverentes.

El elegante cinco estrellas Monument Hotel comparte espacio con el restaurante Lasarte, un tres estrellas Michelin dirigido por el vasco Martín Berasategui, el chef con más estrellas de toda España.

En sus zonas comunes, lo antiguo se mezcla con lo moderno. La piedra clara y románticas escaleras heredadas del pasado conviven con modernísimas lámparas y elementos de acero que aportan un toque industrial. Muchas de sus 84 habitaciones y suites tienen balcones con vistas a la ciudad y todas están convenientemente insonorizadas.

Situado en un edificio de los años 70 que fue diseñado y construido para albergar oficinas, como en su subsuelo circulan el metro y los ferrocarriles, el arquitecto Daniel Isern, ha empleado una tecnología que es pionera en España y segunda en Europa, que evita los ruidos y las vibraciones.

Ohla Eixample, hotel boutique de 5 estrellas situado en pleno Eixample modernista de Barcelona, cuenta con 94 habitaciones de seis categorías, además de disponer del restaurante de alta gastronomía Xerta, tres salas polivalentes de convenciones y eventos, una terraza en un patio del Eixample y una azotea con piscina climatizada.

Serras Barcelona logra posicionarse entre los mejores hoteles boutique de la ciudad condal. No es frecuente encontrar en la ciudad un establecimiento que combine con tanta naturalidad el chic de la hostelería boutique con el lujo de alta gama.

El edificio, con cierto toque de distinción, se levanta en el Passeig de Colom, allí donde el Barri Gòtic se encuentra con el Port Vell. Esto explica uno de sus mayores y más exclusivos atractivos: su terraza con piscina, bar y restaurante, todo ello con vistas al puerto deportivo.

Sus 28 habitaciones y suites, muy acogedoras, son, por lo general, muy amplias. En las suites hay espacio incluso para una bañera exenta.

El hotel, situado justo al lado del Passeig de Gràcia, no esconde sus ambiciones: basta mirar a través de sus paredes acristaladas para ver un amplio y moderno vestíbulo de estilo industrial-chic en el que los límites entre librería, cafetería, galería de arte y zona de coworking se desdibujan hasta formar un espacio único que atrae a una clientela local muy a la última.

Con todo, algunos de los mejores argumentos del hotel, como la terraza de la azotea con tumbonas a rayas y una coqueta piscina, están reservados exclusivamente a los huéspedes.

Soho House cambia el centro de Londres por el Barri Gòtic barcelonés, ocupando un edificio del s. XVIII cuya arquitectura e interiores añaden un acento inconfundiblemente catalán al estilo ecléctico y de inspiración bohemia de la marca.

En este sentido, el carácter histórico del edificio hace que el tamaño de las habitaciones varíe desde “Tiny”, las más pequeñas, hasta “Large”, pasando por “Small” y “Medium”. Con todo, el estímulo de alojarse en una Soho House no radica en disponer de más o menos espacio y estas habitaciones logran compensar su tamaño con mucho estilo y un sinfín de lujosos detalles muy bien pensados.

The One luce como el hotel de cinco estrellas que es. En todo el hotel y sus 89 habitaciones hay mucho mármol, espejos y detalles dorados concebidos elegantemente, obra del diseñador Jaime Beriestain, cuyo estudio también creó gran parte del mobiliario.

En las paredes hay muchas obras de arte dramáticas y coloridas, pero lo que más se destaca visualmente son las ventanas de suelo a techo que permiten a los huéspedes observar el vecindario con todo lujo de detalles. Las habitaciones de categorías superiores están entre las más lujosas del área, con terrazas privadas y vistas espectaculares de la Sagrada Familia.

Ubicado en pleno corazón de Barcelona, Wittmore Hotel – Adults Only tiene muchos atractivos que le hacen diferente al resto. En cuanto a su amplia oferta en instalaciones, tiene piscina al aire libre, jardín, terraza y restaurante.

A su vez, este hotel de 5 estrellas ofrece bar. El alojamiento dispone de recepción 24 horas, traslado para ir o volver del aeropuerto, servicio de habitaciones y wifi gratis en todo el alojamiento. Cuenta con una ubicación inmejorable ya que está situado cerca de la Platja de Sant Miquel, Platja de Sant Sebastià y Platja de la Barceloneta.

Todo lo que engloba a este hotel parece pensado para el público milenial. El hotel boutique Yurbban Passage Hotel & Spa hunde sus raíces en la historia de Barcelona, puesto que está acondicionado en una antigua fábrica textil del s. XIX. Cierto que, en el mundo de la hotelería, lo lúdico tiende a ser presentado como alternativa al lujo.

En este caso, uno y otro son complementarios y aunque los hoteles Yurbban no aspiren a ser el no va más en hotelería de lujo ofrecen un nivel de confort destacable. El estilo es industrial-chic y, mientras las habitaciones son estilosas, con presencia de la madera y mucho vidrio para dejar entrar el sol, las zonas comunes son las auténticas protagonistas, especialmente la terraza de la azotea, con piscina y espectaculares vistas del Barrio Gòtic.

A ello hay que añadir un spa de enfoque ecológico, una tienda con piezas de diseñadores locales y un moderno restaurante centrado en el producto catalán y completado por un elegante bar de cócteles.

Resulta importante destacar que el Little Beach House Barcelona no se encuentra en Barcelona propiamente dicha, sino en Garraf, un antiguo pueblo de pescadores hoy convertido en localidad de vacaciones y situado a una media hora de la capital.

Con sólo 17 habitaciones, el hotel es realmente pequeño si lo comparamos con los grandes establecimientos urbanos que componen el grueso del grupo Soho House. El lugar es fruto de la restauración de un hotel de los años cincuenta que ha conservado lo justo del original para crear un ambiente retro. El resto es puro estilo Soho House, es decir, despreocupación, bohemia y glamour, tres palabras que se adaptan tanto al hotel como a su clientela.

A 30 minutos de Girona, cerca de la frontera francesa, está el Hotel Mas Lazuli, un alojamiento boutique de 17 habitaciones ubicado en un antiguo convento que data del siglo XI. Aquí, en la soleada Costa Brava, con sus localidades históricas y su ritmo pausado, la vida es más tranquila. Esto te puede invitar a echarse una siesta en vez de tratar de acomodar en su itinerario una visita más a un museo.

En cuanto a las habitaciones son contemporáneas, concebidas en una sofisticada gama de tonos tierra junto con suelos de madera, arte original y techos con las vigas originales del convento. Muchas de ellas, cuentan con balcones privados o terrazas.

Ubicado en un edificio rehabilitado patrimonio histórico de Palafrugell, en Girona, el hotel dispone de 15 habitaciones, cada una con identidad propia, una Botica Eco con productos naturales y de proximidad, un caldarium con aguas libres de cloro e ideal para un baño reconfortante y beneficioso para el sistema inmunológico, y una terraza solárium.

Sin duda, está ubicado en un espacio realmente íntimo, con anchos muros, techos altos y antiguas vigas, se encuentra Can Mascort, un hotel ecológico en el que disfrutar de unos días de descanso, naturaleza y armonía.

Ubicado en el pintoresco municipio de Peralada, en el corazón del Empordà, a medio camino entre Barcelona y Francia, se encuentra un paraíso que invita a escapar del bullicio de la rutina.

En el Hotel Peralada, la tradición vinícola de la región se fusiona magistralmente con la modernidad y el confort. Su Wine Spa, un santuario de bienestar, utiliza los beneficios del vino para ofrecer tratamientos únicos y revitalizantes. Aquí, el tiempo parece detenerse mientras uno se sumerge en la serenidad del entorno natural, degustando la exquisita gastronomía local y contemplando los viñedos que rodean este lugar exclusivo.