Bodegas Protos se convierte en parada obligatoria con su primer proyecto gastronómico

Bodegas Protos se convierte en parada obligatoria con su primer proyecto gastronómico

viernes 24 de febrero del 2023 | 06:26

El reto del enoturismo es un restaurante. Buscando dar un impulso a esta actividad, Protos ha inaugurado su proyecto gastronómico: el Ágora de Protos. El complejo, que conjuga un nuevo restaurante, enoteca y wine bar, bebe de la esencia de la bodega. Por esta razón, se ha elegido como ubicación la bodega primigenia del grupo vitivinícola, un edificio histórico de 1927 en la localidad vallisoletana de Peñafiel.

Con la apertura de puertas del Ágora de Protos, la bodega se convierte en un referente del vino de la comarca. Y, más importante, en una parada obligatoria dentro de la ruta Ribera del Duero. Sus responsables confían en que contribuya a aumentar la cifra de 40.000 visitantes que cada año llegan a las instalaciones centrales de Peñafiel para conocer de cerca la bodega y sus procesos de elaboración.

Al frente de la propuesta gastronómica se sitúa el chef Rafael Miquel, que regenta en Aranda de Duero Casa Florencio, todo un icono gastronómico. Su designación como responsable del restaurante ha conllevado muchas deliberaciones. «Coincidimos en los valores y en los principios de esta tierra», ha reconocido el cocinero, que en su diseño del menú apuesta por el producto de la tierra, muy vinculado a las campañas.

Sus responsables confían en que contribuya a aumentar la cifra de 40.000 visitantes que cada año llegan a las instalaciones

Con un joven equipo encabezado por el chef Javier Sánchez Macareno a los mandos de la cocina y los maestros asadores Juan Pablo Rincón y Julia Anaya, dirigiendo el horno y la parrilla, la carta del Ágora de Protos propone una fusión entre cocina tradicional y vanguardista. En ella se pueden degustar platos como el brioche al vapor relleno de callos, anchoa y mantequilla de oveja sobre un pan brioche tostado, saam de cochinillo con gamba blanca y hoja de shisho, o tarta de morcilla de la ribera con piñones tostados y pimientos rojos asados en horno de leña.

El encargado de dar la bienvenida al comensal es el gran rótulo de “Ágora de Protos”, fabricado en madera de roble tallada y acabado en mate. Está adherido a una piedra del lagar, que extiende un muro con el mismo acabado en piedra del edificio antiguo de Protos.

Tras casi cuatro años inactiva, la antigua bodega del 27 no solo está formada por el restaurante, enoteca y wine bar del edificio principal, si no que cuenta con una amplia terraza donde se encontraba la antigua báscula de uva utilizada en época de vendimia. Su estructura exterior se ha mantenido, respetando sus grandes pilares y utilizando materiales como el ladrillo, la madera y piedras del lagar.

La terraza se divide en dos zonas: una techada y acristalada y otra, al aire libre. Ambos espacios, cuentan con una decoración moderna que contrasta con el edificio principal. Los tonos blancos y terracotas son los protagonistas y los que marcan el punto de partida de la experiencia gastronómica de Protos.

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