Amor de Bellota, alta charcutería al servicio del consumidor con un proyecto gastro en marcha
Se abre el telón y aparecen los mejores productores de embutidos ibéricos en España. ¿Cómo se llama la película? Amor de Bellota. En un sector tan industrializado, el nuevo proyecto del Grupo Raza Nostra abre sus puertas en el Mercado de Chamartín para acercar la alta charcutería al consumidor y a la restauración. Productos ibéricos, chacinerías de alta calidad y una cuidada selección de productos italianos conforman la oferta de proveedores que combinan el respeto por las recetas tradicionales con la mejor materia prima.
Nacido de la experiencia y trayectoria de casi 40 años de la charcutería de Raza Nostra, este nuevo espacio busca ofrecer a los clientes una experiencia gastronómica que va más allá de la compra convencional. “En Amor de Bellota queremos que nuestros clientes disfruten de productos únicos, elaborados con el respeto y cuidado que merecen: desde el corte hasta la temperatura, la conservación, el envasado y la presentación”, afirma Carlos Rodríguez, CEO del grupo e hijo del fundador.
En su objetivo de convertirse en un referente en el sector, Amor de Bellota trabaja exclusivamente con 20 proveedores seleccionados meticulosamente que destacan por su compromiso con la calidad y la tradición. Entre ellos se encuentra 959 Jamones, firma que apuesta por la dehesa y la montanera en la sierra de Huelva. Con tres añadas en su haber y 60.000 piezas de guarda, esta joven proyecto busca recuperar el jamón de jabugo como se hacía siempre.
Casalba, Señorío de Montanera, Negrini, Obach o 959 Jamones trabajan y respaldan la apuesta de este proyecto
En 959 comparten la vocación de hacer las cosas como toda la vida con Obach, empresa familiar especializada en la elaboración de embutidos de montaña desde 1915, que ha encontrado en Amor de Beyota el socio idóneo para acercar su producto a la capital. Casalba, Montaraz, Señorío de Montanera o Negrini son otras de las firmas de primera calidad que trabajan y respaldan la apuesta de este proyecto.
Gallego, maestro charcutero de Amor de Bellota, viaja personalmente a conocer cada una de las fábricas y se asegura de que cada producto cumple con los más altos estándares. «La excelencia hay que buscarla; recorremos toda España y visitamos personalmente a los pequeños productores, buscando los productos artesanales de la mejor calidad», explica Gallego.
La propuesta de Amor de Bellota incluye más de 300 productos de la máxima calidad, con un fuerte enfoque en chacinerías tradicionales y embutidos artesanos, así como una variada oferta de productos italianos que reflejan la auténtica charcutería de este país. Así pues, su apuesta se basa en ofrecer productos exclusivos de producción limitada, donde la materia prima y el respeto por las técnicas de elaboración tradicionales son la base. Todo esto se complementa con un servicio al cliente impecable, en el que el conocimiento y la pasión por la charcutería se transmiten en cada conversación con los clientes.
Proyecto gastronómico en ciernes
Muchos de los productos de Amor de Bellota se pueden disfrutar directamente en el mercado, gracias a La Barra de Juan, un espacio pensado para que los clientes puedan degustar la variedad de embutidos que se ofrecen. Este concepto permite a los visitantes experimentar la charcutería de una manera diferente, integrando la compra y el disfrute en un solo lugar.
De hecho, Amor de Beyota prepara el lanzamiento de un proyecto gastronómico en colaboración con Hijos de Rivera. Ubicado en el propio mercado de Chamartín, será un restaurante efímero de varios horas al día.
«Tendremos una carta cerrada, otra más abierta, con la ventaja de tener un precio de tienda, no de restaurantes», explica Rodríguez. En su opinión, supone una evolución lógica que se pueda disfrutar el producto que se compra de la mano de profesionales. «Nuestra idea es proteger al negocio dándole una proyección».
Con este proyecto, Amor de Bellota no solo busca ser una charcutería premium, sino un lugar donde el respeto por el producto y la atención al detalle se convierten en una experiencia para el cliente.