Vincci Hoteles cerró el 2022 con un beneficio de 11,2 millones de euros, lo que supone volver a cifras positivas después de años consecutivos de pérdidas, a raíz de la pandemia. En el caso de la hotelera, el impacto en el turismo le llevó a acumular unas pérdida de 37 millones durante la crisis sanitaria.

El regreso a la rentabilidad de la compañía también se refleja en la mejora de su resultado de explotación, que se disparó hasta los 15,3 millones de euros durante el año pasado, frente al millón del 2021. En su informe de gestión, Vincci Hoteles reconoce la recuperación de su actividad durante 2022, aun teniendo en cuenta la complejidad del contexto económico y la guerra en Ucrania.

A este respecto, el volumen de negocio de Vincci Hoteles se duplicó al pasar de los 66,3 millones de euros hasta los 137,9 millones. Al cierre del ejercicio contaba con 44 hoteles en explotación directa y gestión. La mayoría de ellos (33) se encuentran en España, pero el grupo también tiene presencia en Túnez (6), Portugal (4) y Grecia (1) acumulando un total de 5.947 habitaciones.

Las perspectivas para el ejercicio 2023 son positivas, dados los buenos resultados del ejercicio 2022. Se espera que tanto las ocupaciones como los precios medios se mantengan. Ello después de incrementar en casi 10 millones de euros el importe de las cuotas de arrendamiento de sus hoteles, que ascendían a 37,1 millones.

Como ya informó este medio, los administradores de la sociedad dedicaron meses del año pasado a analizar diversas medidas para reestablecer su patrimonio. Las opciones pasaban por reducir capital o formalizar préstamos participativos con su accionista mayoritario. Finalmente, en su junta general de finales de octubre acordó retirar fondos por valor de 20 millones de euros.

La decisión se enmarca dentro de un presupuesto de tesorería que contempla una recuperación del negocio hotelero para los próximos años. Como parte de su controlada y meditada estrategia de expansión tanto a nivel nacional como internacional. Entre sus objetivos están las principales capitales europeas, con Londres y París a la cabeza, así como regresar a Estados Unidos. Allí gestionó un hotel a 150 metros del Empire State (Nueva York) y llegó a tener presencia en California y Miami.