«Sólo llevamos tres años, pero a la gente se le hacen siete». Nadie mejor que Aleix Puig entiende la magnitud del fenómeno Vicio. Reconoce que difícilmente se puede vivir más intensamente un trienio en el que, como marca, le ha dado tiempo a revolucionar el food delivery en España, liderando el sector en diferentes ciudades; lanzar un ‘beef’ a la competencia y expandirse a lo grande con 24 locales por todo el territorio nacional.

Fiel a su carácter rebelde, Vicio acaba de inaugurar en el Paseo del General Martínez Campos 43 su primer restaurante físico en Madrid. Dos plantas y 215 metros de local para dar servicio a más de 50 comensales con un equipo humano de la misma proporción, entre cocineros y camareros. Un auténtico emblema de la marca que ha requerido una inversión cercana al millón de euros.

Aunque Vicio ya contaba con un local híbrido en la calle Vía Augusta de Barcelona, la inauguración de este restaurante marca un antes y un después para la compañía y representa una evolución del retail al estilo Vicio, «algo similar a lo que fue Pachá en el mundo de los clubes, pero en el de las hamburguesas».

La marca calcula que la mitad del negocio vendrá de la sala

El proyecto de interiorismo, con decoración en rojo y negro y una infinidad de detalles, lo ha realizado External Reference, el mismo estudio que también ha liderado el diseño de sus nuevas y revolucionarias oficinas. Vicio ha recurrido a la firma MOINDE para ejecutar estas ideas y crear un ambiente más propio de un club que de un restaurante convencional.

«La gente nos lleva pidiendo restaurantes físicos desde que nacimos», cuenta Puig en relación a un nuevo espacio que sirve como el punto de encuentro para los fans y centro de producciones para su negocio core de delivery. El emprendedor añade que este local supone su primera prueba ‘dine-in’. «La sala será muy importante y calculamos que el 50% del negocio vendrá de ella, el 15% del takeaway y 35% de los pedidos del delivery, el doble que un restaurante normal». En línea con esta idea, se han creado cocinas a la vista del público y unas ventanillas para diferenciar los flujos.

Expansión a lo grande y propuestas de fuera

«Es el primer modelo híbrido que queremos exportado a todo el mundo», comenta el cofundador de Vicio. Tras este pistoletazo de salida, la compañía prevé abrir 15 nuevos restaurantes en 2024, entre ellos el deseado local de la madrileña calle de Carretas, y afianzar su presencia en alguna ciudad con dark kitchens.

Con este objetivo, Barcelona y Madrid -sus dos mayores mercados- serán las primeras ciudades españolas en acoger este tipo de espacios. Después mirarán a ubicaciones como Valencia, Zaragoza, Palma, Sevilla o Málaga. «Son ciudades en las que ya estamos y que conocen la marca».

La marca prevé facturar 40 millones este año

Aunque ha recibido propuestas para llevar la marca fuera de España, Puig sostiene que «cruzar el charco seguro que es una cosa que tenemos en la cabeza, pero no sé decir cuándo». Entre estas proposiciones destacan la de gente que quiere franquiciar la marca, masterfranquiciar y hasta licenciar discotecas en Dubai. «Hay cosas muy extrañas que no hemos hecho, pero hay dos premisas muy chulas: una es que tenemos el producto más conocido del mundo junto con la pizza y no hay mercados copados. La otra es que como trabajamos la marca en un país, es replicable a otros muchos».

Desde sus inicios en un garaje, la marca ha pasado a despachar 250.000 pedidos para medio millón de clientes al mes, contar con una plantilla de 600 empleados y una facturación prevista de 40 millones de euros este 2023. «Superar esta barrera supone el fruto de mucho trabajo de gente que lo ha hecho muy bien», subraya Puig en relación a una cultura basada en tres pilares principales: marca, producto y tecnología.