Silken Hoteles recupera el beneficio a la espera de recibir los fondos de Cofides
A medida que la pandemia va quedando atrás, las empresas tienen una consideración más precisa de sus consecuencias reales en el negocio. En algunos casos para confirmar los temores iniciales y en otros para relajarlos.
Entre las que han pasado mejor el sobresalto económico se encuentran las hoteleras de mediano tamaño, que están siendo capaces de recuperar gran parte del terreno cedido durante estos dos últimos años. Así lo reflejan los datos de ocupación e ingresos registrados por la Alianza de Cadenas Hoteleras, que se sitúan por encima de los registrados en 2019, año de referencia para el sector.
En cambio, otras compañías como Silken Hoteles están lejos de poder hablar de recuperación, pero al menos ya están en condiciones de lanzar previsiones. A la única cadena hotelera vasca, la crisis sanitaria le pilló inmersa en un proyecto de desarrollo y renovación que implicaba la reforma de prácticamente la mitad de sus hoteles, cuya una inversión rondaba los 25 millones de euros.
Como el resto del sector, la suspensión de viajes afectó de lleno a su actividad, llevando a la compañía a cerrar 2020 con un déficit de 749.174 euros. Unas pérdidas poco abultadas en comparación con las sufridas por otros operadores. De hecho, la recuperación experimentada durante el 2021 le permitió volver a los números negros. Tras un incremento de las ventas de un 118% respecto del ejercicio anterior, obtuvo un beneficio de explotación de 599.592 euros, según el último informe de cuentas depositado ante el Registro Mercantil.
El pasado junio el Gobierno aprobó ayudas por valor de 22,5 millones de euros a la hotelera
Esta mejora de los resultados hizo que los gestores de Silken rebajasen sus necesidades de financiación. Debido a la crisis turística y el riesgo de liquidez, en un principio la hotelera se había planteado pedir a la SEPI una ayuda de 32 millones de euros con el objeto de hacer frente a la difícil situación financiera provocada por la COVID-19, incluyendo a la mayor parte de sus participadas como sociedades beneficiarias de la ayuda solicitada.
No obstante, ante la evolución del negocio se optó por presentar una nueva solicitud por 22,5 millones de euros, que reemplazaba la anterior. Al tratarse de un importe inferior a 25 millones, se tramitó a través del «Fondo de Recapitalización de las empresas afectadas por la COVID-19» gestionado por Cofides. En su última reunión de junio, el Comité Técnico de Inversiones dio luz verde a esta ayuda a través de un préstamo participativo de 11,5 millones de euros y uno ordinario de 11 millones de euros.
La operación, que contó como asesores con Grant Thornton (financiero) y Martínez Echevarría (legal), fue aprobada en el último momento, ya que el plazo fijado por Bruselas para la concesión de estas ayudas concluyó el pasado 30 de junio y Silken está a la espera de recibir los fondos. Contó como asesores con Grant Thornton (financiero) y Martínez Echevarría (legal). Antes de tener garantizados estos recursos, la hotelera había formalizado con entidades privadas un contrato de financiación por valor de 7,2 millones, a la espera de recibir la ayuda pública.
Previamente había obtenido otro préstamo 4,7 millones con el aval del ICO y una subvención de 1,6 millones por parte del gobierno de canarias dentro de su línea covid de ayudas directas en apoyo a la solvencia empresarial.
Como fuere, la recepción de estos fondos permitirá a Silken avanzar en sus palnes de expansión. Actualmente cuenta con 35 hoteles y 3.600 habitaciones actuales. Alrededor de dos tercios del portfolio están en alquiler y el resto en gestión. Está presente en 27 destinos de toda España después de hacerse con la gestión y el arrendamiento de establecimientos como el Gran Hotel Durango, en Vizcaya, El Pilar Andalucía de Estepona, en Málaga, o el Axis de Vigo (Pontevedra). De algunos se hizo cargo en 2021 y de otros en el presente 2022, donde tiene previsión de seguir abriendo hoteles.