Pese a la diversificación de su actividad, el impacto de la crisis sanitaria en la hostelería se dejó sentir en Grupo Osborne. Aunque cerró el ejercicio 2021 con una cifra de ventas de 223 millones de euros, un crecimiento del 25% respecto al primer año de pandemia, los efectos sobre la actividad de restauración hizo que se mantuvieran por debajo de los niveles previos a la pandemia.

Además de en la venta de bebidas, donde más se notó fue en los propios restaurantes de la compañía. Según se desprende del último informe de cuentas, Osborne Restauración registró un millón de euros en pérdidas durante 2021. Junto a Matadero de Cumbres Mayores, empresa con la que se hizó al 100% ese mismo ejercicio, fueron las únicas sociedades del grupo que cerraron con números rojos.

Si bien este resultado supuso reducir significativamente las pérdidas de 3,3 millones de euros contabilizadas en el primer año pandemia, hizo que se resintieran las ganancias globales de Osborne, las cuales se situaron en los 12,5 millones de euros. El negocio hostelero del grupo jerezano facturó 5,8 millones de euros, frente a los 3,5 millones de 2020.

Osborne Restauración registró un millón de euros en pérdidas durante 2021

Se encuentra todavía muy lejos de los 12,9 millones previos a la pandemia, que la compañía preveía recuperar ese ejercicio, pero sin dejar atrás los números rojos. Para ello, no dudó en activar un plan de contingencia. Entre otros puntos, incluía la ejecución de un Expediente Temporal de Regulación de Empleo por fuerza mayor que afectó a 188 empleados.

La reestructuración de la plantilla tuvo un coste de 769.000 euros, que se sumaron a una restricción de medio millón en los gastos generales y renegociación de las rentas.

Los locales de la cadena de restauración Cinco Jotas se reparten entre Madrid, Barcelona, Sevilla, Cádiz y Baqueira Beret. Hace un año, sus responsables ya advertían que el coste de producto se había incrementado respecto a las ventas, al estar muy afectado por las pérdidas derivadas de los cierres temporales. De hecho el confinamiento de 2020 derivó en el cierre definitivo del restaurante Milgritos, en Barcelona, debido a las pérdidas acumuladas.