La Mallorquina aterriza en La Moraleja con su cuarta pastelería en Madrid
La emblemática pastelería madrileña de La Mallorquina sale de la zona centro y llega al norte de la capital. Concretamente, ha desembarcado en La Moraleja para continuar con su expansión por la región.
Este nuevo establecimiento se encuentra en el eje empresarial y comercial de la zona norte de la Comunidad de Madrid: en la Moraleja Green. Se trata de un nuevo punto con un concepto claro. El obrador busca que sea un espacio pensado para tomar, llevar y degustar los productos de La Mallorquina.
El espacio está ubicado en el acceso principal del Edificio Sur, una zona de la Moraleja Green en la que se puede localizar desde cualquier punto del hall y las plantas superiores.
Cuenta con una gran barra para desayunar, almorzar o disfrutar de una merienda que preside el espacio, unas vitrinas en las que se puede ver la propuesta de la pastelería que irá cambiando dependiendo de las estaciones y peticiones de los clientes y, también, se han instalado mesas bajas.
La Mallorquina busca que este espacio de la Moraleja Green sea una zona para tomar, llevar y degustar sus productos
En la Moraleja Green, La Mallorquina ofrece una amplia variedad de sándwiches, tanto individuales como en pack, con más de 15 sabores (Pastrami, sobrasada a la miel Mallorquina, mousse de salmón…) y empanadas como queso Gorgonçola, pera y nueces, pollo Thai o bacalao y cebolla con pasa, entre otros sabores.
Para mediodía, la pastelería propone un almuerzo ligero con varias sugerencias para elegir (croissant de jamón y queso o sándwich a la plancha) y el ‘Super Green’ compuesto por poke de salmón y aguacate; ensalada de queso de cabra con fresas; ensalada de aguacate y pollo o tabulé de quinoa.
Además, las vitrinas cuentan con algunos de sus pasteles más clásicos: las napolitanas de chocolate y crema, las bambas o las tartas.
Un negocio con más de 100 años de historia
La Mallorquina es una de las pastelerías madrileñas con más historia. Nació en 1849 de la mano de tres mallorquines. El primer local se encontraba en la calle Jacometrezo. Pronto cambiaron su ubicación mudándose a la Puerta del Sol.
De hecho, la emblemática compañía fue una de las primeras en introducir el roscón de Reyes en España. Un dulce que ha ido evolucionando a lo largo de estos años. El obrador no ha parado de crecer en la capital con más tiendas (Velázquez y la glorieta de Quevedo).
Este crecimiento se refleja en sus cuentas. Los últimos datos de facturación apuntan que La Mallorquina ingresó 4,9 millones de euros, más de 200.000 euros que el año anterior.
