La controversia vuelve a afectar a ‘La Mafia se sienta a la mesa’ como marca. Giuseppe Buccino Grimaldo, el embajador de Italia en Madrid, ha remitido una carta muy crítica a Reynaldo Benito, presidente del Casademont Zaragoza, reprochándole su acuerdo de patrocinio con la popular cadena de restaurantes, suscrito el pasado 23 de febrero.

En su misiva, el diplomático señala que la Mafia «representa un fenómeno criminal» y que «a la lucha contra ella se dedican numerosos esfuerzos y cuantiosos recursos, no solamente por parte del Gobierno italiano, sino también a escala de la Unión Europea, siendo el crimen organizado una grave amenaza para la seguridad, la economía legal y la convivencia».

Así, lamenta que «asociar a la Mafia con conceptos de cordialidad y de relajación, basándose en el hecho de que la Mafia se ‘sentaría ala mesa’ para compartir una comida, contribuye a la banalización de las actividades ilícitas y fechorías cometidas por dicha organización, que van en contra -quiero subrayar – de los valores fundamentales de la Unión Europea».

En 2018 el TJUE ordenó anular la marca de la cadena de restauración

Con su protesta, Buccino reabre una vieja herida que La Mafia se sienta a la mesa creía sellada. Lo hace al recordar que tanto la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), con sede el Alicante, como el Tribunal de la Unión Europea han abordado el tema del registro de la marca y ambos organismos han destacado que «es contraria al orden público y ofensiva«. «No solamente para las víctimas de esta organización criminal y sus familias, sino también para cualquier persona que, en territorio de la Unión, se encuentre ante dicha marca y posea umbrales medios de sensibilidad y tolerancia».

En marzo de 2018 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ordenó anular la marca de la cadena de restaurantes tras estimar una demanda de Italia que reclamaba su retirada. La sentencia de la Corte de Luxemburgo consideraba que La Mafia “remite a una organización criminal, da una imagen globalmente positiva de dicha organización y banaliza los graves ataques que dicha organización perpetra contra los valores fundamentales de la Unión”.

La polémica con la marca aragonesa se remonta a 2015, cuando Italia pidió a la EUIPO su nulidad por ser contraria al «orden público». La oficina comunitaria aceptó la petición de Italia pese al recurso de anulación interpuesto por la cadena, que siempre ha defendido su rechazo a toda clase de violencia.

Ahora, tras la misiva del embajador italiano, desde La Mafia que «Nos sentimos muy sorprendidos, puesto que solo en Italia existen más de 400 denominaciones de sociedades en las que aparece la palabra mafia. Por último, queremos reiterar que nuestro único interés siempre ha sido y sigue siendo hacer disfrutar a nuestros clientes con nuestras recetas, nuestros locales y del servicio de nuestro personal, y estaríamos encantados de que eso siguiera siendo así, llevando por bandera la idea original que llevó a sus creadores a hacerla realidad».

Aunque la compañía española La Mafia Franchises alegaba que registró la marca a fin de evocar a la saga cinematográfica El Padrino y «no de provocar u ofender», el tribunal señaló entonces que esta intención carecía de «pertinencia para la percepción negativa de dicha marca por el público».

Si bien la sentencia no obligaba a una modificación de marca en España, donde la ha estado usando sin problema, impedía un segundo registro de la marca realizado a nivel europeo por si en algún momento el grupo abordaba una expansión internacional. En este sentido, la ausencia de una autorización de uso de ese nombre en todo el espacio comunitario obligaba a la compañía a tener que registrarse como marca en cada nuevo país donde decida arrancar actividad.

Así, aunque a priori la anulación del TJUE podía suponer un impedimento para la expansión de la marca, con el tiempo la cadena de restauración ha logrado sortear este inconveniente yendo país por país, como demuestra su entrada en los mercados de Portugal y Andorra.