El Hotel Ritz cierra su primer año completo como Mandarin Oriental en pérdidas

El Hotel Ritz cierra su primer año completo como Mandarin Oriental en pérdidas

miércoles 11 de octubre del 2023 | 06:00

En pleno auge del turismo de lujo, el Hotel Ritz de Madrid lucha por mantener la posición de referente histórico que reafirmó en 2021, cuando dejó de llamarse Ritz a secas para sumar el apellido Mandarin Oriental. Ante el aumento de opciones de alto standing para alojarse en la capital, el establecimiento se ha marcado como objetivo para este 2023 la conservación del pódium. Máxime tras el reposicionamiento estratégico llevado a cabo por la cadena asiática Mandarin, que tras desembolsar 130 millones de euros por la compra del hotel en 2015 realizó una inversión todavía mayor para su reforma.

Cuando en 2018 se cerraron las puertas del Hotel Ritz, las obras para su reforma integral se estimaron en unos 100 millones de euros. Sin embargo, estos trabajos requirieron financiación extra por parte de los nuevos accionistas. Y aunque sin duda se trata de una apuesta a largo plazo, a día de hoy este gran desembolso todavía no tiene los rendimientos esperados por la hotelera.

Según revelan las cuentas correspondientes al 2022, en su primer ejercicio completo como Hotel Ritz Mandarin Oriental, se anotó unas pérdidas de 3,7 millones de euros. Se trata de un resultado negativo que mejora el de 2021, cuando reabrió en marzo, todavía bajo los efectos de las restricciones sanitarias y el turismo en fase de recuperación. Una suma de factores que mantuvieron su actividad por debajo de los niveles deseados, arrojando un déficit de 14,2 millones de euros.

No obstante, estas pérdidas hacen que uno de los hoteles con más pompa y renombre de España acumule unos números rojos de 17,9 millones desde su rebautizo. Ello pese a que sus nuevos accionistas se encargaron de sanear un balance por el que ya atravesó dificultades económicas durante años.

En cuanto a su actividad, alcanzó un volumen de negocio de 38,6 millones de euros en 2022, casi el doble que los 21,5 millones el año anterior.

Con el fin de reponerse a esta situación y alcanzar los beneficios que se esperan, el Mandarin Oriental Ritz está inmerso en una apuesta firme que gira en torno al posicionamiento de su tarifa, la calidad de servicio y experiencias gastronómicas. Ahí destaca, por ejemplo, la buena acogida de Deesa, el restaurante asesorado por Quique Dacosta, que atesora dos estrellas Michelin tras dos años en funcionamiento.

Tras la reforma liderada por el arquitecto Rafael de La-Hoz y los diseñadores Gilles & Boissie, el nuevo Mandarin Oriental Ritz pasó de 162 a 153 estancias para ganar espacio en las suites, que aumentaron a 53. No obstante, en la apuesta por elevar el nivel del servicio su plantilla ha aumentado desde entonces, pasando de los 250 empleados de la anterior etapa a 315 personas en la reapertura, los que ahora se han convertido en 438. 

A pesar de que se trata de una estrategia potente, se produce en un contexto bastante desfavorecedor para el grupo, ya que coincide con el aumento de la oferta lujosa en Madrid. La capital cada vez resulta más apetitosa para los inversores hoteleros y así van sumando hoteles de lujo que aterrizan en las zonas más exclusivas y transitadas. Según la consultora JLL, la capital española finalizó el 2022 con unas 2.400 habitaciones de lujo, y este año superarán las 2.700 habitaciones, lo que supone un incremento del 50,8%. 

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