El grupo Urrechu prepara su propio delivery: «Nuestro cliente es de lo más exigente que hay»

El grupo Urrechu prepara su propio delivery: «Nuestro cliente es de lo más exigente que hay»

lunes 19 de junio del 2023 | 00:36

Urrechu llega a su veinte aniversario en plena forma. Bajo la filosofía de una cocina de producto y un servicio en sala marca de la casa, el grupo de restauración que lideran el empresario Manuel Marrón y el chef Iñigo Urrechu lleva dos décadas ofreciendo una experiencia única al público madrileño.

Desde la apertura de Urrechu Zoco en Pozuelo de Alarcón a finales de 2002, el grupo ha ido ccreciendo hasta los siete restaurantes que tiene actualmente. Su gran expansión se ha producido en los diez últimos años, a ritmo de nuevo establecimiento cada dos años, incluyendo la adquisición del emblemático Zalacaín en 2021.

Tras pegarse este atracón y convertirse uno de los grupos de referencia en la escena culinaria de la capital, se encuentra ahora en una fase de asentamiento de todas sus unidades de negocio. Una fase de consolidación para Urrechu en la que verán la luz varios proyectos en desarrollo, entre ellos su propio servicio de delivery.

El servicio se ofrecerá desde el local de Urrechu Velázquez

Luis Manuel Marrón, director de operaciones del Grupo Urrechu, explica en conversaciones con Sivarious que planean poner en marcha su sistema propio de gestión de pedidas de comida a domicilio en Urrechu Velázquez. «Era la pata que nos faltaba y llevamos tiempo dándole vueltas para que el producto llegue a casa en el mejor estado y la experiencia sea lo más gratificante posible».

Curiosamente, la idea surge de la experiencia vivida en Urrechu Zoco, donde de unos años a esta parte viene aumentando el número de clientes que encarga platos para recoger. «El cliente llega y le das la bolsa, así que pensamos si esto funciona en Somosaguas, en Madrid con la cantidad de tráfico y público que hay tiene que ir infinitamente mejor», destaca Marrón sobre la decisión de centralizar el delivery en Urrechu Velázquez. El local cuenta con una ubicación privilegiada que permite cubrir perfectamente las zonas del Barrio Salamanca y Chamartín.

Aunque la incursión en el canal de delivery se plantea más como una oportunidad para complementar la oferta de servicios que de abrir mercado, Urrechu quiere cuidar al máximo todos los detalles del servicio. Para ello, además de habilitar una segunda cocina en el local de Velázquez 150, no han dudado en ponerse en manos expertas para el diseño y puesta en marcha del sistema, ya que han contado con la ayuda del equipo que ideó La Gran Familia Mediterránea, del grupo Dani García.

La intención es poner a disposición del cliente algunos de los platos más icónicos de la carta tras adaptarlos al consumo a domicilio, siguiendo el ejemplo restaurantes como Horcher. «Tenemos estimaciones de que podemos tener entre 30 y 40 pedidos en días de fin de semana», indica Marrón, quien añade que en paralelo trabajan en otras ideas de proyecto, al margen de que terminen cristalizando. «Queremos ir despacito y crecer orgánicamente».

Garantes de la nueva hostelería clásica

Por ahora, Urrechu no tiene nueva aperturas en el horizonte. Cada restaurante tiene su propia identidad y personalidad dentro de los valores de producto, servicio y sentimiento de familia que definen al grupo. De todos ellos, Marrón considera que los trabajadores son su activo más valioso. «Hoy en día es fundamental tener ese personal cualificado, sobre todo para nuestro ADN. Después de casi veintiún años tenemos ganas de seguir dando guerra, de crecer y de asentar un poco todos los proyectos activos».

«Tenemos unos pilares como todo negocio que son el director o jefe de sala, con su sumiller o maitre, y los jefes de cocina», remarca. Cuando alguien se incorpora en algunos de estos puestos, intentan que rote por todos los restaurantes antes de establecerse definitivamente en uno. De esa forma, todos los profesionales del grupo son capaces de desempeñarse con garantías en las salas más exquisitas de Madrid. Según Marrón, «nuestro cliente es de lo más exigente que hay, así que hay que adaptarse un poco más a él, porque vienen a estar a gusto y sentirse como en casa».

Aunque Urrechu es sinónimo de hostelería clásica, el debate del mantel también ha llegado al grupo. «Prácticamente se visten todos los salones y en Urrecho Velázquez estamos convencidos de ello, pero hay alguna zona para buscar esa informalidad en la que sí tendría sentido no desvertirla para ir en busca de ese público más juvenil», razona el director de operaciones de una empresa que se define garente de la hostelería de toda la vida traída al siglo XXI.

Y es que en la casa no son ajenos a los cambios que experimenta la gastronomía ni las nuevas tendencias de consumo. «Estamos dándole vueltas todos los que nos dedicamos a esto. Ahora los más jóvenes sí creo que buscan otra gastronomía con experiencias en vivo, pero siempre va a haber público para esa buena mesa y que valora ese servicio en sala. Obviamente tenemos que ir adaptándonos para no estar en fuera de juego, pero la línea en la que llevamos estos 20 años se puede seguir todavía», concluye.

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