Tal y como decía F. Scott Fitzgerald, “nunca es tarde para convertirte en quien quieres ser”. Y Casa Orellana se lo ha tomado al pie de la letra reabriendo sus puertas con la pasión y la entrega de siempre, pero con una propuesta de carta y de espacio renovadas. Así, el céntrico barrio de las Salesas recupera uno de sus establecimientos míticos en los que ya es posible, además, degustar su menú de mediodía. 

La cocina del restaurante con inspiración andaluza es un auténtico homenaje a Andalucía, a la tapa, al cuchareo, a los tradicionales molletes y al buen vino. Una carta que bebe de la temporada, que busca lo mejor del mercado para ofrecer menús de mediodía diferenciales, sencillos y estacionales en los que el verdadero lujo silencioso es redescubrir un espacio creado para seducir a través del buen comer.

El día de la semana en el que te sientas en una de sus mesas, influye directamente en tu experiencia gastronómica. Los miércoles pasan a ser un día destacado en el restaurante, ofreciendo un cocido madrileño al mismo precio que el menú de mediodía, convirtiéndose así en el espacio perfecto donde disfrutar de un clásico atemporal cuando bajan las temperaturas.

En este sentido, ofrecen de lunes a viernes una selección en tres pases, con un primer plato ligero de la cocina de siempre de Casa Orellana como la crema de calabaza o las lentejas. 

Para continuar su homenaje a la comunidad del arte, el segundo bocado permite seleccionar alguno de los tradicionales platos que han encumbrado al restaurante como la lubina con patata panadera o el salmón con verduras a la naranja, entre otros. 

Aquellos que se dejan un hueco para el postre están de suerte. La selección de postres de Casa Orellana ofrece diferentes opciones como el arroz con leche o la fruta fresca estacional, obteniendo un menú saludable y variado por tan solo 15 euros. 

Esta temporada, además de la reapertura de su salón, el restaurante abre de nuevo su espacio al aire libre, una terraza situada en la tranquila calle de Orellana. La terraza exterior del restaurante permite disfrutar de sus menús en una ubicación privilegiada, desde una calle residencial donde los cálidos rayos del sol otoñal acarician mientras se contempla el mejor ambiente del centro de la ciudad. 

El espíritu acogedor y alegre de la gastronomía andaluza queda presente también en su amplia selección de vinos nacionales o de importación, permitiendo disfrutar de una sobremesa especial con alguna de sus referencias de generosos por copa. Entre ellas se encuentra el Fino Pando de bodegas Williams and Humbert, un trago seco y delicado. Otra acertada opción puede ser un espumoso de las más selectas etiquetas, como el Veuve Clicquot Yellow Label, donde complejidad y sedosidad se dan la mano.