Aduriz cierra el icónico Ni Neu para relanzar su local en el Kursaal de San Sebastián
En el mundo de la restauración no aplica aquello de si algo funciona, no lo toques. El último en romper con esta máxima ha sido el chef Andoni Luis Aduriz con su decisión de cerrar definitivamente las puertas Ni Neu, el emblemático bar restaurante ubicado en el Palacio de Congresos Kursaal de San Sebastián, tras una andadura de 12 años. Un hecho tan inesperado como calculado, ya que el cocinero planea reconvertir el mismo espacio en otro establecimiento más informal y adaptado a la ciudad.
Aduriz espera tener listo su nuevo negocio antes de verano, aunque dependerá de la evolución de la pandemia. Esta reconversión plantea un punto de inflexión en la carrera del cocinero vasco, que se quedó la gestión del Kursaal tras la dislución del grupo de Martín Berasategui, el encargado inicial de dirigi la parte gastronómica del auditorio y palacio de congresos.
El proyecto estará gestionado por el grupo de restauración IXO, liderado por Andoni Luis Aduriz y Bixente Arrieta. Según ha informado el propio grupo en un comunicado, el nuevo restaurante girará en torno al elemento del fuego y apostará por completar la diversa oferta gastronómica de la ciudad. Un nuevo concepto se sumará a los cinco restaurantes que ya constituyen el grupo IXO: Bodegón Alejandro (San Sebastián), Topa Sukaldería (San Sebastián), Mugaritz (Errenteria), Bistró Guggenheim Bilbao (Bilbao) y Nerua Guggenheim Bilbao (Bilbao).
La propuesta del nuevo proyecto está siendo desarrollada por Andoni Luis Aduriz junto a un equipo multidisciplinar de IXO Grupo, formado por personas con trayectorias profesionales diversas en la organización. El chef ha explicado que «siempre» se ha sentido atraído «con el vínculo que ha tenido el fuego con las diferentes culturas del mundo y de cómo nos hemos relacionado con él gastronómicamente, desde nuestros ancestros hasta la actualidad».
Las obras comenzarán el mismo mes de febrero y se prologarán durante los próximos meses. El espacio seguirá manteniendo tanto la terraza a pie de calle con vistas a la ría como la terraza de la primera planta con vistas al Hotel María Cristina y al Teatro Victoria Eugenia.
