Restalia revisa la carta y costes de TGB, su enseña gourmet con mayor margen de crecimiento
Tras dos años de pandemia, Restalia Group ha decidido pasar página renovando The Good Burger (TGB) de arriba abajo. Con una trayectoria de nueve años, tiempo en el que que se ha posicionado como la primera cadena de hamburgueserías española con 160 unidades de negocio repartidas por tres países, sus responsables consideran que era el momento de estrenar una nueva imagen y carta.
El eje vertebral de este cambio lo representan productos más grandes y de calidad superior. Empezando por el tamaño de sus hamburguesas normales (cheesburger, TGB Burger, BBQ Burger y Cajún), que pasan de tener 100 gramos de carne de vacuno a 150, y siguiendo por las de varios filetes, con piezas de 120 gramos por piso.
Por otro lado, en esta evolución de marca se dado gran importancia a las propuestas plant based, ampliando su oferta vegetariana y vegana de alta calidad, de la mano de proveedores nacionales e internacionales especializados en este sector. Todo ello se traduce con cuatro nuevas referencias como la Meatless Burger o la Crunchy Chickenless, elaboradas con carne 100 % vegetal. Una apuesta decidida que responden a un cambio de hábito real en el consumidor, como demuestra el dato de que el 15% de los pedidos a domicilio son opciones de carne vegetal.
Desde su nacimiento en 2013 se ha convertido en la primera cadena española con 160 unidades de negocio en tres países
Tal y como reconoce Silvia de Antonio, directora de I+D y chef manager de Restalia Holding, este lanzamiento implica una revisión de precios al alza. No sólo por factores como la guerra de Ucrania o la inflación, sino porque en la restauración ordenada los márgenes están muy ajustados a la cantidad de las porciones. Y si bien todos los proveedores cárnicos son españoles, confirma que la coyuntura requiere tener a mano opciones de fuera por si fuera necesario.
“Desde nuestro departamento de innovación hemos querido presentar un formato 2.0 para impulsar el crecimiento de la marca en esta nueva etapa tan importante para la hostelería”, explican desde la marca. El trabajo del laboratorio de TGB se divide en cuatro fases, por este orden: investigación de mercado, adaptación, experimentación e implementación en la carta.
En línea con el nuevo concepto, TGB prsenta una imagen más verde, que va unida a un mayor fomento de la sostenibilidad. Compromiso que implica reducir los materiales de un solo uso en favor de un packaging 100 % reciclado y reciclable, bombillas LED de bajo consumo, y puntos de reciclaje en sus locales. Además, al elaborar los productos cuando son ordenados por el consumidor, y no antes, lucha contra el desperdicio alimentario al final del día.
Todas estas medidas van encaminadas a adaptar la marca TGB a los nuevos tiempos, toda ve que en su década de actividad la sociedad ha cambiado radicalmente, incluyendo el consumo en la restauración. Y en ese propósito se enmarcan decisiones como lanzar determinados productos al retail. Todo con el objetivo de relanzar sus ventas, que en 2020 cayeron hasta los 4,5 millones de euros, según las cuentas depositadas por la compañía ante el Registro Mercantil.
Esta cifra marcó un importante descenso con respecto al negocio de 7,8 millones registrado en 2019, antes de la pandemia. No obstante, en 2021 se recuperó parte del terreno perdido, con más de 4,2 millones de hamburguesas cocinadas.