Los hoteles anticipan el mejor invierno de los últimos años a la sombra de una posible recesión

Los hoteles anticipan el mejor invierno de los últimos años a la sombra de una posible recesión

lunes 12 de diciembre del 2022 | 04:47

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y PwC hacen balance de los datos de evolución del sector turístico durante 2022 y sus perspectivas para invierno de 2023 en una nueva edición del informe Smart Observatory, análisis que la consultora elabora en exclusiva para la patronal.

El estudio apunta a que las perspectivas de ocupación hotelera en invierno de 2023 superan las cifras registradas en 2019, a la sombra de una posible recesión el próximo año.

Atendiendo a los datos del informe, entre los meses de diciembre 2022 y febrero 2023 la industria espera alcanzar unos niveles de ocupación algo superiores a los registrados prepandemia. Sin embargo, la sombra de una posible recesión y sus efectos preocupan al sector en el medio plazo.

Esta es la principal conclusión del informe Smart Observatory, correspondiente a la temporada de invierno de 2022/23, que analiza la evolución de la industria hotelera en España a partir de un índice general compuesto por cinco indicadores clave, que miden el contexto macroeconómico, los flujos turísticos, el sentimiento del turista, la intención de viaje y la demanda futura.

El optimismo se sustenta en las ventas en cartera, la intención de viaje y el interés por España

El estudio marca así un incremento de 0,06 puntos en las perspectivas de ocupación previstas para el Invierno 2022/23 con respecto a los datos registrados en 2019 por el índice. Esto refleja a su vez una recuperación de 0,87 puntos con respecto al invierno 2022/2021, que por estas fechas aún no se veía amenazado por Ómicron.

Este optimismo se sustenta en los siguientes grandes pilares: las ventas en cartera, la intención de viaje contenida, el sentimiento positivo del viajero, el interés por España y la consiguiente reactivación del turismo internacional.

Con respecto a las ventas en cartera, el informe revela que las previsiones para el periodo diciembre-febrero superan en cinco puntos al mismo periodo del año pasado y que las realizadas de forma directa casi duplican a las de la temporada de invierno de 2019. Este incremento de las reservas es generalizado en todas las comunidades autónomas.

Además, el sentimiento neto positivo del viajero hacia España (+1,4 puntos) se ha recuperado en el cuarto trimestre, después de que se resintiera desde principios de año como consecuencia del conflicto en Ucrania.

La recuperación del turismo internacional, sustentado por una intención de viaje contenida durante estos años, también es patente. A pesar de que los meses de diciembre a febrero son considerados como temporada baja en buena parte del mercado turístico del país, el interés por viajar a España se mantiene un 40% por encima de los niveles previos a la pandemia, observando la mayor tasa de crecimiento en el mercado emisor de los países nórdicos y a la espera, todavía, de los mercados de largo recorrido.

Todo ello se traduce en una mejora del sector aéreo, que ya registra 10,9 millones de pasajeros entre septiembre y octubre, unas cifras cercanas a 2019.

Coyuntura económica adversa

Los factores macroeconómicos son, sin embargo, los que según el Smart Observatory se sitúan al otro lado de la balanza y podrían ensombrecer las favorables expectativas de la industria hotelera para los próximos meses.

Los principales países emisores, como Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, han recortado notablemente sus previsiones de crecimiento, que podrían tener un efecto negativo en el flujo de viajeros procedentes de estos destinos en el futuro.

Además, el actual contexto inflacionista afecta directamente al sector, que está sufriendo un incremento sustancial de los costes, especialmente de los relacionados con la energía y la alimentación. De momento, los hoteles han sido capaces de ajustar los precios de las habitaciones sin erosionar la demanda, pero permanece la incertidumbre sobre cuánto tiempo se podrá mantener esta situación si la inflación, como parece, permanece por encima del 4% en los próximos años.

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