Las ventas de bares y restaurantes mantienen su velocidad de crucero
La restauración es especialista en tomarle el pulso a la economía a pie de calle. Y a pesar de la persistente inflación y los tambores de recesión, el consumo en bares y restaurantes continúa dando muestras de solidez, mientras que en otras actividades lleva meses resintiéndose.
En concreto, la cifra de negocios de la hostelería aumentó en abril un 10,7% respecto al mismo mes de 2022, según los datos de los Indicadores del Sector Servicios del INE. En el acumulado hasta abril, la facturación supone un alza medio en hostelería de un 17,3% respecto a los mismos meses de 2022, con un incremento de un 14,4% en restauración y un 25% en el alojamiento.
Estos crecimientos a doble dígito vienen propiciados por las cifras récord alcanzadas durante la Semana Santa y permiten mantener las buenas previsiones de Hostelería de España, que apuntan a un aumento anual superior al 5%. Apoyan además el gasto de 3.600 millones de euros en bares y restaurantes durante abril cifrado por Cicana, lo cual representa el gasto mensual más alto del último año.
Tanto las actividades de restauración como las del alojamiento continúan creciendo a doble dígito, un 10% y 12,3% en abril respectivamente. Por comunidades autónomas, lidera Murcia con una subida del 24,3% en la actividad hostelera, seguida de Asturias con un 21,5% y Galicia 20%. Más cerca de la media general se sitúan Extremadura (+15,1%), Madrid (14,3%) y Andalucía, Comunidad Valenciana y País Vasco con un triple empate (+12,5%). Por debajo de la media nacional destacan Cataluña (+8,6%), Castilla y León (6,5%), La Rioja (+6,1%) y Aragón (+4,1%).
Si bien estos datos preparan a los hosteleros para afrontar con verdadero optimismo la temporada de verano, es cierto que la subida mensual de abril plantea cierta moderación tras los fuertes aumentos del año anterior. De hecho supone 7,3 puntos menos que la tasa interanual de marzo. A este respecto, Circana recomienda al sector de Foodservice que estén preparados para una posible ralentización del crecimiento en los próximos meses a medida que la inflación en el retail se vaya moderando y no así el crecimiento de precios observado en restauración