La hostelería evoluciona, y con ella la demanda de sus trabajadores. A lo largo de este año se han renovado una quincena de convenios laborales en todo el sector nacional, frente a los 23 que hasta final del año pasado permanecían bloqueados por la falta de acuerdo entre las asociaciones empresariales y los sindicatos. Esto es, casi la mitad de los 51 marcos distintos que existen por cada provincia.

Algunos de los convenios llevaban años estancados, y sus negociaciones se han centrado principalmente en subidas salariales. Es el caso de Orense y Murcia, que establece incrementos totales de hasta el 20% para el 2024 y durante los próximos tres años, respectivamente. También experimentarán mejoras de dobles dígitos los trabajados en hostelería de Guipúzcoa (+12%), La Coruña, León (+11% en ambos casos) o La Rioja (+10,7%).

Sin embargo, las reclamaciones de los sindicatos van más allá de cuestiones crematísticas. En aras de avanzar en la profesionalización del sector, la mayoría de los nuevos marcos laborales abordan cuestiones como la formación interna o la revisón de categorías profesionales.

Pero, si hay un punto que está resultando especialmente intrincado, es el que hace referencia al reconocimiento de los fijos discontinuos. Tan es así que mantiene bloqueada la renovación del convenio de la hostelería de Madrid, caducado desde el 31 de diciembre de 2022 donde CCOO amenaza con parones en la hostelería regional los próximos 25 y 31 de diciembre y 1, 5 y 6 de enero.

Según las fuentes consultadas por Sivarious, la falta de acuerdo entre patronales y sindicatos se debe a la figura del fijo discontinuo a tiempo parcial, que tras la última reforma laboral se regula a través de los convenios colectivos. Juan José Blardony, director general de Hostelería Madrid, explica que hay volutad de regularla sin que se pongan unos periodos mínimos que sean imposibles para el funcionamiento de la empresa y la contratación de los trabajadores.

El contrato fijo discontinuo supone un verdadero quebradero de cabeza para el sector nacional

«En este punto es donde está habiendo dificultades, porque estos tipos de contratos se van a utilizar sobre todo para trabajadores extras y de catering y nos están pidiendo una cantidad de 150 jornadas«, indica Blardony. Se trata de un periodo mínimo que excede, por mucho, la media de seis días que representan casi la mitad de los contratos eventuales en la Comunidad de Madrid.

El contrato fijo discontinuo supone un verdadero quebradero de cabeza para el sector nacional. Ya en verano, CCOO reclamaba una regulación específica para evitar que este movelo de contratación se asiente en “la nueva precariedad”. Proponían un periodo mínimo de contratación a lo largo del año con garantía de una carga laboral contratada mínima, todo ello dentro del Acuerdo Laboral Estatal para Hostelería (ALEH).

Frente a esta reclamación, Emilio Gallego secretario general de Hostelería de España, exponía en declaraciones a este medio la imposibilidad de esablecer un marco común. «No lo vemos homogéneo para todo el territorio español porque las fijezas y discontinuidades van en función de las temporadas». De esta forma, tendría sentido en zonas con temporadas de nueve meses, como los destinos vacaciones, pero no en aquellas donde el turismo se concentra en un periodo concreto. «Está habiendo muchísimas dificultades, sobre todo en aquellas zonas como Madrid, donde no hay una temporalidad definida y hay muchos eventos», añade Blardony al respecto.

A raíz de la reforma laboral, la hostelería ha pasado de tener un 56,6% de trabajadores con contrato indefinido en julio de 2019 a un 90,4% actualmente, Pero, al mismo tiempo, el empleo hostelero también ha pivotado sobre los fijos discontinuos, que han pasado de suponer el 9,58% al 24,23% del total de los puestos activos.

Mejoras en el convenio de Madrid

«Es lo que nos está impidiendo cerrar el convenio», subraya el director general de Hostelería Madrid, toda vez que existe acuerdo en el resto de cuestiones. En su reunión de octubre, la última antes de acudir al Instituto Regional de Mediación y Arbitraje (IRMA), la patronal hostelera, representada por Hostelería Madrid, Noche Madrid y AMER, planteó a los sindicatos una revisión salarial del 15% para los próximos tres años. Se trata de la mayor subida en la historia de la región.

Con el objetivo de cerrar la negociación, también se acordó reducir a la mitad el periodo en la categoría de ayudantes de camareros a nivel salarial. También se ha mejorado el seguro de incapacidad temporal, reduciéndose de diez a cinco años el plazo para poder optar y ampliando la cobertura de 14.000 a 18.000 euros. «Se han hecho unas ofertas interesantes a nivel económico para los trabajadores en general, y se intenta reforzar el papel de la formación creando una obligación a las empresas de desarrollar planes», concluye.