Restaurante De La Riva, el oasis de la sobremesa en Madrid

Restaurante De La Riva, el oasis de la sobremesa en Madrid

jueves 08 de febrero del 2024 | 08:43
B2C

Andrés Sánchez Magro

En el número 13 de la calle Cochabamba, a 1 Km del Santiago Bernabéu, como su propia tarjeta de visitas lo indica, se encuentra el templo de la sobremesa el Restaurante De la Riva que lo certifica con un galardón entregado por Hot, el congreso de Basque Culinary Center. Este establecimiento se abrió hace más de 90 años, concretamente en el año 1932 por Obdulia y Paulino de La Riva (chofer de Antonio Maura, expresidente del consejo de ministros). Obdulia siempre al mando de la cocina y Paulino se encargaba de atender a la clientela. Desde el principio tenían claro que en este sitio se venía a comer bien y sobre todo a desconectar antes de volver al trabajo. Era un restaurante de comida casera y sobre todo barata, donde todo el que entraba por esa puerta tenía asegurado un buen plato y una sobremesa agradable.

En el año 2000 toma el relevo mi querido y gran amigo Pepe Morán, madridista a morir, amante de las bicicletas (su medio de trasporte) y tabernero de infancia. Pepe ha hecho de la clientela su “propia familia” y ha conseguido mantener el mismo espíritu de hace más de 90 años, donde lo mejor está después del postre. En de La Riva han cambiado con los años muchas cosas menos la cocina, y lo que sigue siendo sagrada es “la sobremesa”. Se descorchan botellas de vinos nada más y menos que de 27 litros cuando los comensales empiezan las tertulias. Un ambiente único donde se respira tradición, cercanía, calidez que invita a tomarse una buena copa de gin-tonic, un Wisky on the rocks y que el resto, espere. Aquí el tiempo se detiene.

Las sobremesas pueden durar horas y horas que de aquí no se va nadie con el estómago vacío

Después de la pandemia, los restaurantes cada vez más se suman a poner el cronómetro en marcha para comer, sin embargo en De La Riva, termina el postre y empieza la fiesta. Pepe declara que “no abren por la noche” así que prisas ¡ninguna!. Es ya religión que a las 15hs suene en los altavoces “que viva España” de Manolo Escobar y así dar el pistoletazo a las partidas de juegos. Las sobremesas pueden durar horas y horas que de aquí no se va nadie con el estómago vacío y sus bueno ratos de charletas como los domingos en el pueblo.

En la calle Cochabamba 12 + 1, uno tiene la sensación de que más que ir a comer se busca refugio de simpatía. Un comedor tan abierto que abraza. Una parroquia donde resulta extraño no encontrar caras conocidas por cualquiera que se mueven por el foro. Está Pepe, claro. Pero además una cuadrilla de camareros que no tienen parangón en Madrid. Todos y cada uno de ellos son tan castizos, tan serviciales y con tanto arte, que podrían dar lecciones en cualquier escuela de buena vida. En más de una ocasión te dan ganas de invitarles a que se sienten contigo a comer, incluido el inevitable Villegas.

Partidas de mus, dominó, póker, hasta la oca y que rulen los combinados, que esto acaba de empezar. Entre la clientela más selecta podemos encontrar al Rey Juan Carlos, José Luis Almeida o grandes directivos del Real Madrid. La cocina está abierta hasta las 6 de la tarde y entre sus platos estrella podemos destacar las lentejas caseras, las alubias pintas, rabas, las almejas, alcachofas y un sinfín de guisos esos que te transportan donde hemos sido felices, ¡tiempos aquellos!. El cocinero Francisco Miguel Velasco Villalobos lleva al mando de los fogones 40 años y es capaz de dar de comer a todo el ejercito gatuno que pisa este lugar de culto, ya sea del equipo que sea. ¡Va por ti Pepe y toda la cuadrilla!. ¡Viva España y De La Riva!

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