Ingredientes:
En el mundo hay algunas Verdades Universales. Por ejemplo, que el
chocolate y las
avellanas quedan bien juntos. El chocolate y el
plátano también quedan riquísimos juntos. El
chocolate con más chocolate que te vamos a comentar… Si a esto le añadimos los beneficios de las semillas, en este caso
sésamo, y los carbohidratos saludables y sin gluten del
trigo sarraceno, obtenemos como resultado un
snack delicioso y
nutritivo: ¡
granola casera!
La granola es una
mezcla equilibrada de cereales (tradicionalmente avena), frutos secos, semillas y frutas deshidratadas creada a mediados del s.XIX por un médico americano. Es un snack
ideal para deportistas o personas que necesiten un aporte energético grande (estudiantes, personas en etapa de crecimiento, etc).
Al pesar poco y no necesitar frío, la granola es una buena opción cuando vamos de excursión o de viaje, o para acompañarnos en el desayuno con un delicioso
smoothie bowl de frutos rojos.
Cómo hacer granola casera con chocolate y avellanas:
En herboristerías y algunas tiendas a granel podéis encontrar los copos de trigo sarraceno. Si no, podéis usar otro cereal, como copos de avena, arroz inflado…
- El primer paso es dejar las avellanas a remojo una hora. Esto hará que el tostado en el horno sea más uniforme y gradual. No obstante, no es un paso imprescindible.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- En un cuenco mezclamos los ingredientes secos: los copos de trigo sarraceno, las avellanas, el sésamo, el cacao en polvo la sal y la canela (¡si os gusta!)
- Derretimos el aceite de coco unos segundos en el microondas y lo mezclamos con el sirope de agave. El aceite de coco se solidifica en frío, por lo que en invierno tendréis que derretirlo, pero en verano probablemente ya estará líquido a temperatura ambiente.
- Mezclamos los ingredientes líquidos con los secos hasta que estén bien integrados.
- Cubrimos una bandeja de horno con papel vegetal y extendemos la granola por encima. Horneamos unos 20-25 minutos a 180ºC, removiendo un par de veces la granola para que se tueste todo por igual. Una vez lista dejar enfriar a temperatura ambiente.
- Cortar o rallar el chocolate y añadirlo a la granola junto al plátano y el coco deshidratados, en la proporción que nos guste.
Esta combinación de alimentos proporciona:
ácidos grasos esenciales, proteínas, hierro y
magnesio (en el cacao, sobre todo el CRUDO, y en las avellanas), buenas dosis de
fibra, triptófano (en el plátano y el sésamo) que ayuda a regular el sueño y mejorar el estado de ánimo… además de
vitaminas A, E, C, y del grupo B. ¡Solo cosas buenas! Y quitándonos de encima las grasas hidrogenadas y los azúcares que se encuentran en los cereales y granolas industriales, por muy “sanos” que parezcan.
¡Inventa tu propia granola!
Como podéis observar
, la granola es algo muy versátil. Hay infinidad de combinaciones entre cereales, frutos secos, semillas, especias, frutas deshidratadas… ¡
Saca tu lado creativo y personalízala con lo que más te guste! Siempre respetando, más o menos, las proporciones que tenéis arriba. Aquí van algunas sugerencias:
Cereales: copos de avena, quinoa, arroz, mijo o maíz inflados…
Frutos secos: nueces, cacahuetes, almendras, nueces de macadamia…
Semillas: pipas de girasol o calabaza, chía, lino, cáñamo…
Endulzantes: sirope de arce, melaza de arroz, azúcar integral de caña o panela…
Frutas deshidratadas: frutos rojos, dátiles, pasas, manzana, mango, piña…
Grasas: aceite de oliva, mantequilla de cacahuete,
tahini…
Especias: canela, jengibre, piel seca de limón o naranja…
La granola dura mucho tiempo en un
recipiente hermético. Podéis comerla sola, con leches vegetales o como
topping en smoothies como
el smoothie de piña y mango. ¡Que aproveche!