Lamonarracha, la revelación de la japo-fusión en el barrio de Salamanca

Lamonarracha, la revelación de la japo-fusión en el barrio de Salamanca

viernes 15 de marzo del 2024 | 08:36
B2C

Andrés Sánchez Magro

La comida asiática definitivamente ha terminado de conquistar en nuestro país. La cocina japonesa es una de las más integradas en la gastronomía global pero ahora el espectro de platos en los restaurantes profundiza más allá de sushi. Hay infinidad de sitios y la oferta ha crecido como la espuma. La apertura de restaurantes de moda especializados en esta gastronomía es tendencia radical. En Madrid hay numerosas opciones para disfrutar de la gastro nipona para todos los públicos. Si se te antoja comer un japo sin prejuicios, estás de enhorabuena si eliges de Lamonarracha, un restaurante japo-fusión atemporal que es nuestro gran favorito.

Abierto desde el 14 de febrero del 2020, tan solo 20 días antes de la ya olvidada pandemia de COVID19, Lamonarracha se hizo muy famosa durante el tiempo de confinamiento por ser el único restaurante japonés en el foro abierto que ofrecían comida a través del servicio delivery.
Se vivían tiempos inciertos y qué mejor momento para reinventarse, o en este caso reorganizarse nada más empezar. El secreto de su éxito ha sido sin duda haberse rodeado de buen equipo humano.

La Monarracha se encuentra en la calle Principe de Vergara, aunque actualmente el grupo cuenta con otros tres restaurantes más y su objetivo es abrir el quinto este mismo año. El restaurante está enfocado para clientes de entre 20 y 30 años. Es un sitio estupendo para comer allí y también para pedir, ya que su acogedora decoración te invita a pasar un buen rato con amigos, familia o algún ligue en mente.

Sus fundadores, un matrimonio joven, Carlos Rojo Seco (29), es la cabeza del restaurante y quien está día a día al pie de cañón, y Alejandra Santos de Felipe (24) interiorista, quien da vida a los proyectos y cuida al más mínimo detalle de cada uno de los locales. Ambos han unido su talento y al amor a la gastronomía para que hoy podamos disfrutar de esta casa informal pero con chispa.

Además, este restaurante del Barrio de Salamanca no sigue la tendencia de otros de la misma onda, pues apuesta por una carta clásica renovada y combina platos de allí con productos nacionales, siempre de primera calidad sin engañar al cliente. Nos sorprenden gratamente con platillos ricos, atrevidos, elegantes, con ambiente diferente donde la música de los 80 y 90 hace que cualquier velada sea distendida y mucho más agradable. Servicio impecable y bonita y acertada deco. Umm, y ricos bocados frescos que proceden de la pesca sostenible, al igual que las verduras provienen de pequeños productores navarros. Sin olvidar que ellos mismos se encargan de condimentar a diario para que todo sea lo más fresco y rico posible.

Los clientes que lo definen como el “Japo de confianza”, cuentan con variedad de ofertas gastronómicas con excelente relación precio-placer (30€ por persona), apto para todo público. Entre sus platos a anotar, medidas gyozas, el tataki de salmón ahumado con virutas de wisky, piezas de sushi (elaboradas con granos de arroz de calidad superior), o su clásicos pan bao, entre otros. También cuentan con menú degustación y otro para grupos. Un rato verdaderamente feliz al que se suman variedad de vinos y cócteles. Un ejemplo de buena vida casual en un Madrid muy vivo y cosmopolita. Lamonarracha.

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