En un mercado cada vez más competitivo, el sector hotelero trata de encontrar en la diferenciación la clave para conseguir destacar entre la amplia oferta y asegurar la fidelidad del huésped. Más allá del hotel como alojamiento en sí, las grandes cadenas hoteleras ponen todos sus esfuerzos por ofrecer una experiencia única y personalizada que sacie las necesidades de sus clientes y los anime a volver.

Desde un servicio exclusivo con actividades personalizadas, hasta un diseño innovador y una atención cuidada al detalle, cada elemento se convierte en un ingrediente clave para cocinar una identidad realmente única y diferente. 

Durante el programa Aperitivo con Sivarious, de Intercoruña, Alejandro Bautista, General Maganer del Kimpton Aysla Mallorca, ha repasado las claves que necesita seguir un hotel para diferenciarse del resto y ha desgranado cómo es la oferta que ofrece la marca hoy en día.

Es indiscutible que hoy en día hay una gran apuesta de los gigantes hoteleros por diferenciarse del resto. En este sentido, Alejandro Bautista explica que, a día de hoy, no solo en hotelería y hospitality, sino en cualquier sector, “la diferenciación es clave para que tu producto tenga éxito respecto a otros”. 

El Kimpton Aysla Mallorca aúna el lujo, el arte y el diseño.

Mallorca como mercado “maduro”

Como es evidente, conseguir diferenciarse no es tarea fácil. “Lo primero de todo viene con la marca, nosotros traemos a Mallorca la marca Kimpton”, asegura Bautista respecto al proceso para alcanzar esa diferenciación deseada. “La traemos a la zona suroeste de la isla, donde ya hay muchos hoteles y marcas internacionales, ya que Mallorca es un mercado extremadamente maduro desde el punto de vista del turismo”, añade al respecto.

El Kimpton Aysla Mallorca abrió sus puertas en el año 2022, con 79 habitaciones, como el primer resort de Intercontinental Hotel Group en la isla. El hotel de cinco estrellas fue diseñado por el arquitecto mallorquín Guillermo Reynés, “trayendo el espíritu como grupo y como somos como marca”. 

En este sentido, Kimpton nació en EE.UU. y creció con un espíritu de “comunidad” y de “conexión entre personas” en diferentes puntos del país. “Nosotros nos hacemos con esa marca en 2014, que tenía entonces 55 propiedades en EE.UU., y empezamos a extenderla fuera de las Américas”, explica Bautista.

A su vez, se definen como una marca con un gran foco en el diseño y en el interiorismo. “Cada Kimpton es único en este aspecto. Respetamos muchísimo la identidad local, por eso aquí nos abrazamos a un arquitecto de gran reputación en mallorca”, asegura haciendo referencia a Guillermo Reynés.

Este es uno de los valores más potentes de la marca. En este sentido, Bautista explica que cuando el cliente entra en Kimpton Aysla Mallorca, se encuentra un producto de diseño, especial, con color y variedad. Y que, a su vez, también encuentra “algo muy balear, todo con mucha armonía y muy limpio”. 

Kimpton Hotel and Restaurants

Uno de los elementos que más les diferencia de la competencia, es sin duda su apuesta de restauración. En este sentido, la marca es una de las pocas en el mundo que incluye el concepto gastronómico en el propio nombre.

“Con este foco socializador con el que nace la marca, los restaurantes se convierten en algo clave”. 

En este contexto, Bautista explica que, hoy en día, la gastronomía se ha convertido en una de las muchas razones por las que viajamos. “Nosotros nos desmarcamos un poco de la parte de hotel en ese aspecto”. Esto se debe a que buscan que el cliente “conecte consigo mismo o con otros”.

Respecto a su oferta, cuentan con dos interesantes conceptos gastronómicos. Por un lado, tiene un restaurante de fusión asiático que tiene raíces coreanas y japonesas, y también mediterránea, con bar y cocina vista. Además, hay un restaurante que tiene un concepto de mercado. De esta forma, el cliente escoge el producto, que es cocinado al momento.

Experiencia hiperpersonalizada

Es indiscutible que hay sobre la mesa una gran apuesta de las cadenas hoteleras por ofrecer una experiencia lo más personalizada e individualizada posible.

“La diferencia la hacen realmente las personas. Si al final no generas memoria en el huésped y no conviertes una estancia en una experiencia 360 grados, donde cuidas el más mínimo detalle, el producto se convierte en lo que ofrecen todos”.

Respecto a una de las estrategias que utiliza la marca para acercarse a ese concepto de experiencia personal, Bautista explica: “Se trata de lo que nosotros llamamos experiencias ridículamente personalizadas. Buscamos durante una conversación con el cliente entender qué le gusta, para poder convertir esa información en un momento que el cliente pueda recordar”. 

Objetivo de ser un punto de encuentro

En cuanto a la construcción del hotel, mantiene la filosofía de crear espacios diferentes entre lo que está dirigido a ser compartido, y lo privado. Por ello, se han levantado dos edificios, en el que uno, el “social, acoge las zonas comunes y el otro, las habitaciones.

El edificio social no solo cuenta con los restaurantes, sino que también dispone de un inmenso spa de 900 metros cuadrados, que se ha convertido en el primer centro de la Maison Codage en España. Cuenta con piscina cubierta, baños de barro, sauna, cueva de sal y 7 salas para tratamientos faciales y corporales. 

A su vez, dispone de un amplio gimnasio y más de 22 mil metros cuadrados, en los que se encuentran tres piscinas exteriores, una interior, diferentes jardines, entre otros. Para elevar la experiencia del huésped, el hotel ofrece clases de yoga, pilates, meditación, y actividades para la familia.

Hotel muy ligado al deporte

Ubicado en Santa Ponça, a escasos metros de la playa, el alojamiento es vecino del campo de golf y el Mallorca Country Club de tenis, que alberga el torneo de la ATP Mallorca Championships sobre hierba.

No cabe duda alguna de que Mallorca se ha posicionado como una de las joyas turísticas del Mediterráneo. Aquellos alojamientos que consiguen diferenciarse no solo atraen a más clientes, sino que también cultivan una reputación sólida y duradera.

Sus más de 500 metros cuadrados de salas, sumado al brillante clima d ela isla y la buena conexión de su aeropuerto, convierten al hotel mallorquín en una opción inigualable para celebrar eventos de todo tipo.

IHG Hotels & Resorts se posiciona como el tercer grupo hotelero más grande del mundo en número de hoteles, ya que cuenta con más de 6.000 establecimientos repartidos en alrededor de cien países. Su modelo de crecimiento no se enfoca en la propiedad como tal, sino que, según Alejandro, el crecimiento es el gran objetivo del grupo. 

“Cuando formas parte de un grupo tan grande como IHG, lo que tienes es una fuerza de distribución que ayuda a dar relevancia a un mercado y que distribuye el negocio a través de la confianza de las marcas.”

Para Bautista, la consecuencia de ser parte de un grupo de tales dimensiones es que buscan la “fidelidad en todos”. En este sentido, su programa de fidelización es “el primero o segundo en cantidad de beneficios que damos a todo este grupo de clientes, más de 170 millones de miembros”, según explica.