Mario Hermoso le ha encontrado el gusto al mundo hostelero. Tras convertir Tora en una referencia del concepto omakase en Madrid, el futbolista y empresario se adentra en el café de especialidad con Braco Specialty Coffee. Este nuevo proyecto abre sus puertas bajo la filosofía minimalista que da protagonismo al café. 

Al calor de uno de los fenómenos gastronómicos de los últimos años, Braco Specialty Coffee surge con su propia variedad de blends (mezclas de cafés de diferentes orígenes): Venezuela, Colombia y Brasil. Su barista, Carlos Noguera, reconoce que es un mundo muy amplio, y que el café de Braco es único. «Mezclamos cafés de Sudamérica con notas de cata de avellanas tostadas, chocolate y frutas de hueso», nos explica Carlos. «Este café permite que podamos tomarlo en cualquir momento del día, porque es muy amplio».

El café es parte esencial de nuestro día a día, acompañándonos desde el primer momento en que despertamos hasta los instantes de relajación tras una larga jornada. En Braco, los clientes pueden disfrutar de su café favorito antes de comenzar su día de trabajo o cerrar la jornada compartiendo una taza con amigos o compañeros. “Queremos ser el punto de encuentro donde las personas disfruten de ese momento especial con una taza de café, algo fundamental en nuestro estilo de vida”, comenta Mario Hermoso, futbolista del equipo de Roma y ahora también empresario.

Nada más entrar en Braco, el cliente es recibido por un espacio que combina un estilo puro y minimalista, donde la elegancia rompe con lo tradicional. El café se convierte en el protagonista absoluto, con un aroma característico que embriaga los sentidos. Un equipo de baristas especializados está siempre a disposición para garantizar que cada visita sea una experiencia inolvidable. “Es importante que el cliente se sienta parte del proceso de preparación del café”, explican desde Braco. Las recomendaciones personalizadas y el cuidado en cada paso aseguran que en el primer sorbo lo único que se perciba sea perfección.

El proyecto Braco tiene una historia particular y está íntimamente ligado al cariño que Hermoso siente por sus dos perros. “Los bracos, al igual que el café, proporcionan mucha energía, son dinámicos y elegantes. Eso es lo que queremos transmitir con cada café que servimos, combinado con la pasión de nuestros baristas”, explica Hermoso, quien además es propietario del restaurante japonés Tora.

Cuando se trata de sus preferencias personales, Hermoso no duda en destacar: “Depende del momento del día; por la mañana, un doble espresso, y en verano, mi preferido es el ‘Cold Brew’”.

Con Braco, Hermoso busca crear un espacio donde el café no sea solo una bebida, sino una experiencia que conecte a las personas y celebre la energía y elegancia que ambos, café y bracos, representan.