Begoña Rodrigo revela su dominio de los vinagres y encurtidos

Begoña Rodrigo revela su dominio de los vinagres y encurtidos

jueves 27 de abril del 2023 | 09:57
B2C

¿De dónde partimos para crear un vinagre? ¿Cómo aromatizarlo bien? ¿Cómo obtener un vinagre madre? ¿De qué forma le damos un toque especiado? ¿Cómo obtener azúcares vegetales de hojas? ¿Cómo aprovechar al máximo el potencial del limón como generador de acidez? ¿Qué matices se pueden lograr? Estas son algunas de las preguntas a las que Begoña Rodrigo ha respondido en una masterclass impartida a puerta cerrada en Madrid.

La chef ha compartido su conocimiento sobre estos y otros aspectos que ha ido perfeccionando con los años. “Yo también soy ácida, muchos me dicen La Vinagres”, nos dice Begoña, recordando que la elaboración de vinagres y encurtidos no se hacen de la noche a la mañana y necesitan de mucha paciencia. “Me di cuenta de que en todos los menús que presento para mi es importante llegar al final sin morir; y eso lo consigo porque todos mis platos tienen un toque de acidez. Y esto se ha convertido en el hilo conductor de mi cocina junto con la estacionalidad y los productos de mi zona”.

Cerca de cumplir los 18 años de servicio, Begoña siente que ha logrado ir superando el arte de combinar alcoholes, azúcares e ingredientes regionales. Elabora sus propios vinagres a partir de la fermentación de alcoholes, curándolos, madurándolos y aromatizándolos para crear vinagres madre que reutiliza posteriormente. Las versiones incluyen vinagres de sabores diversos como cardamomo, cayena y ajo, algarroba, frambuesa, pasas de Valencia, manzana ecológica, guindilla…

Con los vinagres, llegaron también los encurtidos para trabajar la estacionalidad. De esta manera se aprovechan raíces y tubérculos, como la de perejil o perifollo. “Al macerar estos tubérculos, que ya tienen acidez, brindamos acidez a los platos sin que resulten agresivos. Y son una manera de
trabajar con productos que nadie utiliza en crudo, como con la raíz de perejil, con la que hacemos helado”, comenta la chef.

Desde que comenzaron a elaborar sus propias creaciones, en La Salita no entra ningún vinagre comercial, solo los balsámicos, sobre los que aún están investigando. En su restaurante, la chef apuesta por un menú de pasos en el que cada plato, gracias al tono ácido adecuado, deja el paladar “limpio” para poder pasar al siguiente. Y considera que esta reafirmación en su línea gastronómica tuvo que ver con la pandemia, durante la cual surgieron también cosas buenas, como el trabajo y los hallazgos sobre salazones y encurtidos.

De este modo, los productos del huerto están presentes en un abanico de elaboraciones. Remolachas y zanahorias de colores, raíces desconocidas procedentes de rincones del mundo, y otros tubérculos olvidados de la huerta valenciana en encurtido plasman a la perfección la esencia de la cocina de Begoña Rodrigo.

Noticias Relacionadas