La hostelería reclama la aplicación del límite en los alquileres para evitar nuevos cierres de locales
Los hosteleros vuelven a unirse para hacer frente a una causa común como es la viabilidad de sus negocios. Su patronal, Hostelería de España, reclama junto a la Alianza del Comercio que se aplique a los contratos de locales comerciales la limitación del 2% en la subida del precio de los alquileres. Alerta que, de lo contrario, existe el riesgo de «generar un nuevo desequilibrio en el sector del comercio y la hostelería».
En su reclamación, la asociación pide que la medida se adapte a los negocios «con los mismos criterios referidos a la tipología del arrendador y a la aplicación del Índice de Garantía de Competitividad».
Establece esta demanda desde la consideración del comercio minorista como un sector estratégico de la economía española, y como uno de los sectores más afectados por la actual situación. Prueba de ello es que, hasta hace unos meses, las estimaciones de cierre por efecto de la pandemia subían hasta los 100.000 locales de restauración en todo el país.
Las estimaciones de cierre por efecto de la pandemia subían hasta los 100.000 locales de restauración en todo el país.
Pese a lo negativo de este escenario, el sector de la hostelería de España, junto al del comercio, sigue siendo el de mayor aporte al PIB y al empleo de la economía española. «Han demostrado la validez de su estructura sectorial, geográfica y de servicio, en los peores momentos del periodo COVID, asumiendo cambios económicos, sociales, culturales y de globalización, para mantener un nivel de servicio a los ciudadanos, independientemente de su condición social o geográfica», indican desde la patronal.
En conjunto, ambas actividades acabaron el año 2021 con cifras de venta inferiores a las de 2019 (salvo algunos sectores puntuales como el equipamiento hogar mobiliario-decoración, los productos tecnológicos y la alimentación) y en este momento deben hacer frente a dificultades mayores que ponen en riego la continuidad de la actividad. Entre ellas la subida del IPC, la cual podría representar un incremento de alquileres en renovación de actualización de rentas cercano al 10%, «que resultaría inasumible para la cuenta de explotación de cualquier negocio», remarca.
Por si fuera poco, el incremento de costes energéticos y de aprovisionamiento conllevan una importante reducción del margen bruto. Ante estas circunstancias, que han ido minando la confianza de recuperar la rentabilidad pasada, sus actores se enfrentan a la disyuntiva de perder ventas por el incremento de precios (para mantener el margen) o de pérdida de margen (para mantener las ventas y no perder clientela).
