Éxito de asistencia a BioCultura en su apuesta firme por la sostenibilidad y el futuro

Éxito de asistencia a BioCultura en su apuesta firme por la sostenibilidad y el futuro

lunes 07 de noviembre del 2022 | 09:57

BioCultura Madrid 2022 cierra sus puertas con buen sabor de boca. A pesar de la crisis, de la falta de expectativas, de las guerras, de la incertidumbre económica y de la situación ambiental cada vez más desoladora, la feria de la alimentación ecológica y del consumo responsable ha vuelto a llenar Ifema de ilusión, alegría, perspectivas, buenas noticias y apuesta por el futuro.

Según las cifras de la organización, más de 50.000 personas visitaron BioCultura Madrid desde el 3 de noviembre hasta el domingo 6. Han participado 430 expositores con propuestas de ecología, resiliencia e ilusión frente a lo que está por venir. Ríos de personas en los pasillos y buenas vibraciones en los cuatro días. Más de 300 actividades paralelas con una participación de público de llenos absolutos en muchas de las salas.

Los expositores mostraron absoluta satisfacción con el desarrollo del evento, que despertó un gran interés por parte del público, que vino en busca de novedades interesantes en los diferentes sectores. La venta directa ha vuelto a niveles superiores a la de otros años, hasta el punto de que muchos de los expositores agotaron las existencias de producto el segundo día de feria.

La venta directa ha vuelto a niveles superiores de ediciones anteriores

Todo ello indica claramente que los sectores que apuestan por la producción ecológica tienen un futuro esperanzador por delante, desde todos los puntos de vista: medioambiental, social, ético y económico. También se ha notado la asistencia de un público familiar y joven que ha venido a BioCultura en busca de soluciones para implementar en sus vidas hábitos de consumo que proporcionen salud y que, al mismo tiempo, sean útiles para frenar el cambio climático.

El público asistió en masa al showcooking de BioCultura Madrid y al showroom de EcoEstÉtica. Ello demuestra las ganas de la ciudadanía por encontrar productos fiables, libres de tóxicos, tanto en alimentación como en cosmética e higiene. En palabras de Alf Mota, que dirige el showcooking de BioCultura, “aquí lo que hacemos es presentar las alternativas alimentarias a la alimentación contaminada que ofrecen las grandes empresas. Apostamos por los alimentos ecológicos, de proximidad, artesanos, vivos y saludables. Y hay un público que quiere saber cuáles son, a qué saben, cómo se cocinan y cómo degustarlos”.

Para Yolanda Muñoz, que programa el showroom de EcoEstÉtica, “cada vez hay más personas que buscan soluciones éticas y saludables para cuidarse y para tratar su piel, el cabello y, al mismo tiempo, proteger la salud de nuestro planeta. En esta línea, estamos trabajando arduamente para contrarrestar el triste ‘greenwashing’ con que algunas empresas de cosmética, que no son ni ecológicas ni sostenibles, intentan confundir a los consumidores y a la ciudadanía. Pero no lo conseguirán. El éxito de este showroom demuestra que la ciudadanía no está dormida y que no se le puede vender cualquier moto”.

Tribuna Ecojusticia

En el ámbito de las actividades paralelas de la feria, la recién celebrada edición madrileña de BioCultura presentó, como una de las grandes novedades, la Tribuna EcoJusticia. “Un espacio en el que entidades de diversa índole pudieron denunciar todo lo que está pasando en un sinfín de ámbitos, frente a la inacción de los que gobiernan en nuestro país y en el mundo”, ha dicho Ángeles Parra, directora de la feria.

El periodista y músico Pedro Burruezo se encargó de la programación de la sala El Manicomio, un lugar “para los locos muy cuerdos”. Para Burruezo, “la programación más cultural y rebelde no puede faltar en BioCultura. Hemos programado conciertos (Eduardo Paniagua, Musicantes…), pases de películas: “Persona (no) Humanas”, “Dejen de prohibir que no me da tiempo a desobedecer todo” (Gonzalo García Pelayo), talleres de danza (Cristiane Azem) y vibrantes ponencias de Nicolás Olea (sobre la toxicidad de muchos productos presentes en los alimentos) y de Jordi Miralles (otras formas de morir). Hay una cultura con visiones alternativas. Y está en BioCultura”.

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