Tensiones internas al margen, el negocio de NH va viento en popa. Así lo ha confirmado su vicepresidente ejecutivo y consejero delegado, Ramón Aragonés, en una junta general marcada por el pulso entre los accionistas minoritarios y el grupo tailandés Minor, socio mayoritario con más del 95%.

La estimación de ingresos de la cadena hotelera para el segundo trimestre del año superará en más de 100 millones de euros la cifra del mismo trimestre de 2019, cuando alcanzó los 469 millones de euros. Esto supone un incremento aproximado del 20%. En cuanto a la rentabilidad, se espera que el Ebitda crezca entre abril y junio de 2023, impulsado por los buenos resultados en los mercados clave, tanto en el segmento de ocio como en el corporativo.

Para Ramón Aragonés, la clave del buen rendimiento de NH se encuentra en esta última variable. «No queremos ser los más grandes, queremos ser los más rentables», aseguró en relación a una estrategia que se sustenta en el ingreso medio diario, que fue de 145 euros por noche en abril. Este ha ido creciendo en los meses de mayo y junio de la mano de la ocupación, cercana a los niveless de 2019.

NH prefiere mostrarse selectivo en la apertura de nuevos hoteles

Frente a la apuesta de muchas hoteleras por aumentar su cartera de hoteles ante las grandes oportunidades del mercado, NH prefiere mostrarse selectivo en la apertura de nuevos hoteles. De acuerdo con los planes de crecimiento compartidos por el grupo, prevé abrir 1.900 habitaciones más entre 2023 y 2026, centradas en el segmento superior de marca, con mayor presencia en los mercados clave. Un 30% de las nuevas habitaciones se abrirán en Portugal, un 15% en España, un 14% en Italia y el 41% restante en Latinoamérica. 

«No vamos a firmar hoteles que no aporten valor», remarcó Aragonés a este respecto. Ejemplo de ello es que de los 130 proyectos que llegaron a analizar el año pasado, tan sólo se materiaron 13. «Esto va a ser una constante en la compañía», indicó el máximo responsable de NH. «Ahora mismo hay una inflación en torno a las valoracioens y no vamos a hacer locuras».

La cadena lleva años basando su fórmula de expansión en los contratos de gestión (89% del total de la cartera en la actualidad) o de renta variable (el 11% restante), en detrimento de la propiedad de los activos. «Sólo firmaremos hoteles en arrendamiento cuando sean verdaderas oportunidades o en capitales donde no tenemos presencia y sean prioritarias para reforzar nuestro posicionamiento», concluyó Aragonés.

Se trata de un posicionamiento alineado con el objetivo de aliviar la deuda financiera neta de la compañía, que ha pasado de 308 millones de euros a cierre de 2022 a 274 millones de euros a 31 de mayo del presente año.