Un local con un buen diseño de interior jamás pasa desapercibido. Máxime en restauración, donde, tras unos años marcados por el estilo clónico, vuelven a aflorar los espacios con personalidad. Y es que el interiorismo se ha convertido en un punto clave más en la experiencia del cliente. El mobiliario ya no es un simple accesorio, sino un elemento que expresa la visión y esencia del negocio.

Hoy más que nunca, las nuevas tendencias de interiorismo conviven y se entrelazan con las gastronómicas. El estilo nórdico arropa con el mismo cobijo a la cocina sostenible que a la fusión, mientras que las cadenas de restauración vinculan su imagen a formas industriales. Todo un ejercicio de combinación y buena elección que requiere de asesoramiento experto, como el que viene ofreciendo MOINDE desde hace medio siglo.

Si hay un testigo de excepción en la hostelería de España, ese es MOINDE. La firma especializada en mobiliario hostelero lleva 50 años siguiendo la transformación del sector desde la primera fila. Fiel a su vocación de encontrar las formas de fabricación más adecuadas para el mundo de la hostelería, ha sabido evolucionar y convertirse en el mejor socio de los restaurantes, ya sean independientes o cadenas.

«En estas últimas décadas nos propusimos cambiar el paradigma del proveedor y trabajar de forma proactiva para con nuestros clientes«, destacan desde la firma. Para ello, tuvieron clara la importancia de situar al consumidor final en la cúspide de la pirámide. «Desde ese lugar nos resultó evidente descubrir que en la gastronomía moderna es diferenciarse o caer en el olvido en tres años. Nos convencimos que, como organización, debíamos ser versátiles, provocadores, intuitivos y vanguardistas”.

Cualquier consumidor conoce el trabajo de MOINDE, aunque no lo sepa

Desde franquicias a proyectos integrales, basta con echar un vistazo a los clientes con los que trabaja actualmente para comprobar que su adaptación fue un acierto. Cualquier consumidor, aunque no lo sepa, conoce el trabajo de MOINDE. Uno de los más recientes es la expansión de Vicio, al que acompañará en su ambiciosa hoja de ruta. Ha sido el encargado de dar forma al mobiliario rojo y negro de su primer restaurante físico en Madrid, contribuyendo a crear un ambiente más propio de un club que de un restaurante convencional.

Al margen del fenómeno Vicio, trabaja con cadenas como VIPS, Tony Roma´s, Rodilla o Lateral, entre otras muchas. Los locales de la Larrumba y Lakama también llevan su sello, al igual que los proyectos de La Negra Tomasa o el hub gastronómico de IFEMA.

«El gran diferenciador de MOINDE es que acompañamos al hostelero en todo momento, desde el planteamiento del concepto hasta la apertura. Con posterioridad, asesoramos a nuestro cliente sobre necesidades operativas producto de la puesta a punto del local, como también en la planificación y réplica del mismo modelo en otros establecimientos», explica Daniel Vega, responsable del desarrollo de negocio en MOINDE, sobre el proceso de acompañamiento que realizan con sus clientes. De nuevo, la clave de diferenciarse.

«Con la competencia que hay actualmente, es importante tener elementos únicos que distingan un local del resto. Por eso hacemos un plan inicial totalmente personalizado, en el que nuestros clientes pueden elegir la tela, el barniz e incluso el modelo de silla». Todos los productos se producen y elaboran en su fábrica de Yeles, en la provincia de Toledo. Se trata de una nave que funciona completamente con energía renovable.
“Estamos preparando un plan a dos o tres años para que toda nuestra flota sea eléctrica”, afirma Vega.

Calidad y sostenibilidad

Los diseños de todas las piezas de MOINDE son atemporales y sostenibles, elaborados con certificados de origen y tratamiento. “Utilizamos materias primas nobles y maderas macizas, provenientes de explotaciones tanto de España como de Europa. El acabado de nuestros muebles se realiza con barnices al agua o aceites que no resultan ser dañinos”.

Con tantos proyectos, ya sean entre manos o a sus espaldas, la firma concede una importancia primordial a la elección de los productos. “Antiguamente los ciclos eran más largos; ahora las modas y la importancia de la estética en los locales cambian más rápido, así que tenemos que tener una forma mucho más ágil de generar nuevos productos y diseños”.

Hace años la empresa empezó a trabajar conceptos Basics, Originals y Restilyng, diferentes líneas de productos adaptadas a la identidad de cada local, cadena o franquicia. Ahora, en una nueva evolución como negocio, tienen previsto lanzar el próximo año una gama de productos tendencia. Según afirma Vega, “tendremos un cierto stock para dar un servicio un poco más rápido e intentaremos que estén renovados con las modas de cada momento”.

Además de los plazos de entrega, un aspecto clave en la filosofía es la calidad del producto. Al fin y al cabo, la gran diferencia entre un mobiliario de hogar y hostelería reside en la resistencia. “En hostelería resulta vital la durabilidad del producto, así que es muy importante que los hosteleros compren elementos que tenga esa resistencia preparada especialmente”.

Después de tantos años trabajando mano a mano con empresarios hosteleros, en la firma han aprendido que la estética del negocio depende mucho del ticket y del cliente. «La evolución de la hostelería y los proveedores va muy enlazada, e incluso hay muchos procesos que se comparten».