
Las marcas potencian colaboraciones para incentivar el consumo en un mercado saturado
Las marcas de restauración se fajan con un consumidor que necesita justificar más que nunca el gasto fuera de casa. Ante el efecto contradictorio que está teniendo la subida de precios en el tráfico y ticket medio, buscan priorizar el valor percibido de la experiencia con nuevas estrategias. La colaboración entre marcas es una de las fórmulas más efectivas para aumentar la visibilidad del negocio y atraer clientes.
Conscientes de la herramienta que supone en un mercado cada vez más competitivo y selectivo, las cadenas no dudan en potenciar colaboraciones de todo tipo. Una de las más activas es KFC, que acaba de desvelar una inesperada alianza comercial con la marca Jumpers. Lo que comenzó como una ocurrencia ingeniosa de un usuario en redes sociales ha dado lugar al lanzamiento de unos bites de queso con sabor de Jumpers y una versión de la icónica hamburguesa Sobrada con una salsa con todo el sabor al snack.
En su afán por la innovación, KFC lleva tiempo reafirmando su compromiso con la diferenciación de productos a través de distintas colaboraciones. Otro ejemplo de ello es la edición limitada de helados que lanzó junto a FIESTA a principios de verano.

Uno de los principales beneficios de las colaboraciones es el aumento de la visibilidad para ambas marcas. Al unirse dos empresas que ya tienen una base de clientes establecida, se produce un intercambio de audiencias. Los consumidores de una marca se exponen a la oferta de la otra, generando un efecto multiplicador. Esto es especialmente valioso en épocas de caída en el consumo, cuando captar nuevos clientes puede ser más difícil.
Los clientes pueden estar más dispuestos a gastar en experiencias nuevas
Por ejemplo, una cadena de comida rápida que colabora con una marca de bebidas o de postres puede atraer a los clientes de la segunda y viceversa. Es el objetivo que persiguen Burger King y Cheetos con la King Cheetos Pelotazos, hamburguesa que podrá disfrutarse por tiempo limitado hasta finales de noviembre. Su lanzamiento persigue la estela de la alianza que establecieron hace un año con la Cheesy Doritos, y busca repetir el éxito alcanzado en la campaña con Dabiz Muñoz, que contribuyó a aumentar un 30% las ventas durante el pasado agosto.
“En Burger King España estamos muy convencidos de la importancia de alianzas estratégicas como esta, que nos permiten reforzar nuestra conexión con nuestros clientes a través de productos nuevos que les encantarán y sorprenderán”, explica Luis Hérault, CEO de Restaurant Brands Iberia. “La compañía tiene como motor principal la innovación, es uno de los ejes vertebradores de nuestra estrategia y uno de los principales impulsores de nuestro crecimiento”.
Diferenciación en el mercado y optimización de recursos
Las colaboraciones ofrecen una oportunidad única para introducir productos innovadores que no solo atraen a los clientes por su novedad, sino que también diferencian a las marcas en un mercado saturado. Las fusiones de conceptos gastronómicos (combinando elementos de diferentes cocinas o estilos de comida) permiten crear menús exclusivos y ediciones limitadas que despiertan la curiosidad y la urgencia de compra.
La innovación también permite combatir la caída en el consumo, ya que los clientes pueden estar más dispuestos a gastar en experiencias nuevas, algo que una colaboración estratégica puede proporcionar.
En tiempos de caída en el consumo, las empresas buscan maneras de optimizar costos. Las colaboraciones permiten a las marcas compartir recursos, como la infraestructura de producción, las campañas de marketing y la distribución. Esto reduce la presión financiera sobre ambas partes, al tiempo que maximiza los resultados.
Estas colaboraciones pueden ser estratégicas si se busca transmitir un mensaje específico
Una colaboración exitosa puede ayudar a reducir los costos en investigación y desarrollo de productos nuevos. Por ejemplo, en vez de crear una nueva línea desde cero, una cadena de restaurantes puede asociarse con una marca ya consolidada para introducir un nuevo platillo o bebida. Además, compartir los gastos publicitarios permite obtener mayor alcance a un costo menor.
Refuerzo de marca y ruido mediático
El refuerzo de la imagen de marca es otro aspecto clave de las colaboraciones. Asociarse con una marca que tiene una reputación positiva o que está alineada con los valores de una empresa de restauración permite mejorar la percepción que los clientes tienen de la misma. Estas colaboraciones pueden ser estratégicas si se busca transmitir un mensaje específico, como el compromiso con la sostenibilidad, la calidad de los ingredientes o la innovación.
Por ejemplo, Starbucks ha realizado múltiples colaboraciones con marcas locales y proveedores de productos artesanales. Al asociarse con proveedores de cafés de comercio justo o con pequeños productores de pastelería, Starbucks no solo diversifica su oferta, sino que también fortalece su imagen de empresa responsable, lo que añade valor para aquellos clientes preocupados por el origen de los productos.
Las colaboraciones entre marcas suelen generar un gran impacto mediático, lo que a menudo lleva a que las campañas se vuelvan virales. Al crear productos únicos, las marcas pueden aprovechar el poder de las redes sociales y el marketing digital para llegar a un público más amplio. La exclusividad y la temporalidad de estas alianzas tienden a motivar a los consumidores a compartir su experiencia, lo que multiplica el alcance de la campaña.
Respuesta ágil a las tendencias y adaptación a las nuevas demandas
Las colaboraciones permiten a las marcas adaptarse más rápidamente a las tendencias emergentes en el mercado, como la creciente demanda de opciones saludables, alimentos de origen vegetal o experiencias gastronómicas más sostenibles. En lugar de tener que desarrollar una nueva línea de productos desde cero, las marcas pueden unirse a empresas que ya están bien posicionadas en esos nichos.
La colaboración con cantantes es una estrategia que McDonald’s ha explotado con gran éxito. Esta táctica no solo aprovecha la popularidad y el alcance de los artistas, sino que también conecta a la marca con sus seguidores, quienes a menudo son jóvenes y activos en las redes sociales.