No hay celebración que se precie sin unos manolitos, ya sea en casa o en la oficina, Treinta años después de que la familia Manzano abriera un primer obrador artesanal en Colmenar Viejo, sus insignes minicruasanes endulzan toda España y se han convertido en un negocio boyante.

Manolo Bakes, la marca surgida en 2017 de la asociación de la familia fundadora, Pablo Nuño y Álvaro Morata, concluyó el 2022 con 40 establecimientos en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, La Coruña, Sevilla y Valladolid. Una expansión por buena parte del territorio nacional vertebrada a través del modelo franquicia o «asociados», como prefieren llamarlos en la compañía.

Prueba de lo anterior es que Manolo Bakes cuenta con 16 puntos de venta asociados en la actualidad, mientras que los 24 restantes son propios. No obstante, tras constatar la rentabilidad y buena aceptación de la marca, en los planes de sus responsables está firmar exclusivamente aperturas propias en adelante. Incluida la previsión de 30 inauguraciones que pretende realizar durante los dos próximos años, hasta llegar a las 70 tiendas en España para finales de 2024.

La marca cerró 2022 con 40 puntos de venta y prevé dar el salto internacional

Aunque sí se plantea recurrir a operadores locales para su expansión internacional, que de acuerdo con los planes iniciales podría llegar a finales de 2023 o principios de 2024, con Emiratos Árabes Unidos, EE.UU. e Iberoamérica como destinos prioritarios.

Para alcanzar este ambicioso objetivo, la marca confía en la competitividad de sus productos. Detrás de las más de 60.000 unidades que vende a diario Manolo Bakes, confluyen factores como la escabilidad del negocio, donde no hay un obrador a más de una hora de distancia de cualquier tienda, o la competitividad del delivery, canal que representa el 30% de las ventas.

La compañía aspira a superar los 24 millones de euros en el medio plazo. En estos últimos cinco años su facturación ha crecido verticalmente, pasando de los 3,5 millones de euros en 2017 a 10,1 millones en 2021. Parte de este salto en los ingresos se debe a la operación de fusión llevada a cabo en enero de ese año, cuando Manolo Bakes absorbió varia sociedades en una sola de cara a alcanzar un maayor nivel emmpresarial y ganar eficiencia en el desarrollo de su actividad.

Desde el punto de vista empresarial, esta operación buscaba una mayor optimización de los recursos propios y ajenos, con la consecuente reducción de costes, así como centralización de cobros y pagos, lo que conlleva una evidente simplificación en el ámbito tributario. También ha permitido una simplificación de los procesos societarios y la reestructuración de los servicios administrativos y de gestión, tanto en el ámbito interno como en las gestiones a practicar en relación con otras empresas.

Ahora bien, la compañía reconoce en su último informe de gestión que el Covid ha tenido un impacto negativo en su actividad, habiendo generado pérdidas de 486.978 y 101.039 euros respectivamente entre 2020 y 2021. Asimismo, cerró el ejercicio con una de deuda de 4,2 millones de euros. No obstante, durante el 2022 experimentó un incremento notable de su actividad y el resultado de explotación era positivo.