Ser pionero requiere tener visión y sentido crítico ante los retos del mercado. En los años 70 KFC trajó a España la receta de pollo frito con 11 especias del coronel Sanders. Durante su casi medio siglo de historia en nuestro país, la cadena multinacional se ha afanado en popularizar el consumo de su producto estrella, al tiempo que construía su imagen como marca de restauración de referencia. En 2018, poco después de alcanzar el centenar de restaurantes y con una estructura franquicia perfectamente engarzada, se embarcó en un ambicioso plan de crecimiento por toda la Península Ibérica.

Sivarious conversa con João Almeida, Market Leader de KFC España y Portugal desde finales de 2023, sobre la estrategia de crecimiento de la marca y su modelo de negocio.

¿Qué estrategia ha seguido KFC para duplicar su presencia en España en estos últimos cinco años?

El objetivo era aumentar notablemente nuestra presencia en España, y también en Portugal, para convertirnos en un operador clave del sector de la restauración organizada en España, a la altura de los competidores principales de la categoría que ya están consolidados en este mercado. Existía una gran oportunidad para nosotros, como líderes en pollo frito, para hacerlo, y nuestra ambición es seguir trabajando para llegar al mayor número de consumidores posible.

¿Este crecimiento ha ido acompañado de un mayor rendimiento de los locales?

Tener un sistema de restaurantes cada vez más grande, así como el crecimiento del equipo humano que desde los franquiciados y nuestras oficinas centrales se encarga diariamente de supervisar la operativa y la rentabilidad de nuestros establecimientos, lleva consigo el perfeccionamiento de los procesos, la optimización de las compras, la revisión permanente del menú, el aprendizaje en los procesos de construcción, etc. Todo esto nos permite mejorar desde todas las áreas y que nuestros restaurantes y su operativa sean cada vez más eficientes.

¿Cuáles son los ejes claves del plan de negocio que pretende implantar en España y Portugal?

Nuestro mercado, compuesto por España y Portugal, es una gran potencia dentro de la región europea desde hace años, gracias a una sólida estrategia y un equipo excepcional que ha construido la marca y ha hecho crecer el negocio antes de mi llegada. Mi misión es liderar nuestro crecimiento y consolidar todo lo que se ha hecho hasta ahora, para poder seguir llegando a cada vez más ciudades con un sólido sistema de restaurantes, una oferta de productos atractiva y una marca relevante para nuestros consumidores.

«El delivery tiene un peso de doble dígito en nuestras ventas»

Llega al cargo de responsable de la marca como gran artífice de los acuerdos con máster franquicias. ¿Qué balance hace de estas alianzas y cuál es su evolución?

Las alianzas en países como Italia, Holanda o Alemania son parte del plan estratégico para acelerar el crecimiento de la compañía de forma significativa en esas zonas, de la mano de un gran franquiciado que lidere. Son decisiones muy pensadas, ya que son alianzas a largo plazo, que permiten multiplicar por 4 el crecimiento en esos países.

¿Qué objetivos de ventas manejan en el medio plazo?

Tenemos el reto de alcanzar los 500 millones de euros en Iberia para 2024.

¿Cómo plantea KFC su relación con los agregadores de delivery? ¿Contempla la creación de canales propios como están haciendo muchas otras marcas?

Los agregadores, especialmente desde la pandemia y el crecimiento exponencial del delivery como canal, son un socio muy importante de nuestro sector. Tenemos alianzas con todos ellos y es clave trabajar de la mano para seguir liderando nuestra categoría. Por nuestro lado, en 2021 lanzamos nuestro canal propio KFC.es y KFC App y desde entonces es un canal al que damos prioridad y crece a buen ritmo. Actualmente para nosotros el delivery tiene un peso de doble dígito en nuestras ventas.

¿Ha cambiado la percepción del pollo frito en el mercado español?

El consumidor español nos conoce desde hace años y nos reconoce como líderes, dentro de nuestra especialización. Apostamos por Iberia y seguimos creciendo en este mercado porque somos conscientes de que nuestra propuesta aún tiene un largo recorrido aquí. Otros de los players de fast food, que no son especialistas en pollo frito, ponen el foco en esta proteína a la hora de lanzar nuevos productos, e incluso en su comunicación,
por encima de otras opciones, porque el consumidor español la prefiere en la mayoría de las ocasiones frente a la ternera, por ejemplo.

¿Cuál es el posicionamiento de KFC ante el aumento de competencia y un mercado con cada vez más oferta en restauración de marca?

Fuimos la primera cadena de restauración especializada en pollo frito en llegar a España y, desde entonces, somos los líderes del sector. La competencia no es una amenaza para nosotros, sino un incentivo para mejorar cada día y ser cada vez más exigentes.

Contamos con la experiencia suficiente, un producto superior y un sistema de franquiciados y establecimientos sólido, para seguir liderando nuestro segmento y ser la alternativa número uno a todos los competidores que puedan surgir. Nuestro foco siempre estará en seguir respondiendo a los gustos y expectativas del consumidor.

¿Cuál es la aportación de KFC a la economía local?

Todas nuestras aperturas son muy bien recibidas allí donde aterrizamos porque suponen un aumento de puestos de trabajo directos e indirectos que favorecen a la economía de la zona.