El Palacio de la Tinta, uno de los edificios más emblemáticos de Málaga, abandonará en 2026 su pasado como edificio administrativo y de oficinas para reabrir como un hotel de cinco estrellas, operado por la cadena Hotusa.

Este nuevo alojamiento hotelero, formará parte de la cartera de la marca de hoteles Áurea. En cuanto a sus instalaciones, tendrá 140 habitaciones, de las que siete serán suites y nueve junior suites.

Además, el hotel contará con restaurante, spa, lámina de agua en la azotea y una sala de convenciones de 300 metros cuadrados y con capacidad para 150 personas. 

Según las previsiones, el nuevo alojamiento creará entre 70 y 100 empleos directos.

En palabras de Amancio López, presidente del Grupo Hotusa: «Yo creo que es una suerte además tener un proyecto como este, que es un trozo de historia desde 1908, más de 100 años, un trozo de historia de la ciudad para que permanezca en el futuro con una utilidad de un hotel de cinco estrellas».

Inversión de 30 millones

La operación se ha llevado a cabo después de más de cinco años. La Junta de Andalucía sacó a subasta el Palacio de la Tinta en 2019 y se adjudicó al grupo Hotusa por 21 millones de euros. 

Con este proyecto, la Junta apoyará la financiación de las obras a través del Fondo de Desarrollo Urbano Sostenible, una rama de fondos europeos que gestiona el Banco Europeo de Inversiones y por la gestora de inversión Arcano. Se trata de un préstamo reembolsable de 15,5 millones de euros, de un total de una inversión de 30 millones para la rehabilitación del edificio.

«Este es un edificio absolutamente singular, emblemático, protegido, que en su momento fue la sede de los ferrocarriles. Luego fue la sede de la Agencia Andaluza del Agua y, posteriormente, se quedó en desuso», ha recordado la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España. «Este edificio se va a convertir en un ejemplo de excelencia».

El diseño del cinco estrellas

En relación con el proyecto de rehabilitación, el diseño de las nuevas instalaciones va de la mano del estudio de arquitectura Isern Associats, especializado en la construcción de hoteles.

Las obras empezaron después del verano y ahora se encuentra en fase de refuerzo estructural. «Es un edificio de oficinas. Convertirlo en hotel pasa por refuerzos para la estructura, evidentemente y quitar todos los elementos de oficinas para poner todos los elementos de hotel. Pero lo bonito es que la estructura es casi la misma porque lo que es un despacho pasa a ser un dormitorio«, ha explicado el arquitecto Daniel Isern.

«La estructura exterior está perfecta. Lo que ocurre es que los requerimientos de carga tienen que ser los de un edificio actual. Entonces, no está mal, tan solo hay que reforzarlo». A su vez, Daniel Isern ha adelantado que el estudio de interiorismos que trabaja en la decoración del edificio, llamado Jaime Uristain, incluirá guiños al pasado del edificio, muy vinculado al ferrocarril malagueño.