Salir de bares es el plan de ocio favorito para dos de cada tres madrileños
En Madrid bar y socialización van unidos. ‘Salir de bares’ se ha convertido en el plan de ocio preferido para el 64% de los madrileños, ya sea en una terraza, un restaurante o el bar de la esquina.
En función de la compañía, los planes cambian: los amigos suelen reunirse para el tardeo (42%), las parejas prefieren las cenas románticas (58%) y las comidas son el momento perfecto para estar en familia (68%), según un estudio de la Asociación de Bebidas Refrescantes.
En todos estos momentos, las bebidas refrescantes suelen estar muy presentes. De hecho, el 44% de los encuestados las elige como su opción preferida en los planes de ocio.
«Las bebidas refrescantes tienen un patrón de consumo propio en España muy ligado a la hostelería y al encuentro social», señala la directora general de la Asociación de Bebidas Refrescantes, Beatriz Blasco Marzal. «Ocho de cada diez ocasiones de consumo se realizan en compañía de amigos o de familia. Además, el consumo en España está muy vinculado al ocio diurno, más del 70% de las ocasiones se realizan en momentos diurnos como aperitivo, ‘tardeo’, comidas…», precisa.
El tardeo conquista el ocio madrileño
El estudio también destaca un cambio en los hábitos de ocio nocturno desde la pandemia. El 72% de los encuestados afirma no salir por las noches o hacerlo con menos frecuencia y durante menos tiempo que hace un año. A raíz de la pandemia la preferencia por el ocio diurno se ha ido consolidando en todas las edades.
Los madrileños ahora se decantan por planes como el aperitivo y el ‘tardeo’ con amigos. Los refrescos se han consolidado como una de las bebidas preferidas en estos momentos y en el último año ha crecido el 5% el porcentaje de gente que las elige en los planes con familia y amigos.
En todos los momentos de encuentros y celebración, las bebidas refrescantes en España funcionan como elemento dinamizador -asegura la Asociación-, ya que favorecen las relaciones sociales y permiten disfrutar de un ocio positivo.»Su dimensión social se complementa con su naturaleza de bebida sin alcohol y su gran versatilidad, ya que se trata de una de las bebidas que ofrece una mayor variedad para todos los públicos, con un gran peso de las variedades sin azúcar, que ya representan más del 60% de las bebidas refrescantes que se comercializan en España», concluye.