Las consecuencias no deseadas que deja una Semana Santa ‘horribilus’ para la hostelería

Las consecuencias no deseadas que deja una Semana Santa ‘horribilus’ para la hostelería

jueves 04 de abril del 2024 | 09:17

Decepcionante, desastrosa, catastrófica… Son algunos de los adjetivos que resumen una Semana Santa para olvidar entre la hostelería española. Las fuertes lluvias han echado a perder completamente unas expectativas de lo más positivas para el sector, que confiaba en aumentar sus ventas a doble dígito. «El mal tiempo generalizado de todos los territorios ha hecho que las cifras de negocio no haya llegado por mucho a las cifras ya conocidas, y por supuesto a ese 10% que dábamos de aumento», confirma el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel.

De manera generalizada, el mal tiempo ha condicionado de principio a fin las cifras de actividad tanto en la costa como en el interior. Los hosteleros no ahorran calificativos tras ver que prácticamente no han tenido actividad. Desde la Asociación Hostelería de Jerez y Horeca declaran que apenas han trabajado las terrazas, lo que les lleva a calificar esta Semana Santa de «catastrófica».

Los hosteleros sevillanos calculan un dramático descenso del 50% en la facturación de este año, con un impacto todavía mayor entre aquellos bares pequeños y sin terraza, en los que la caída llega hasta el 70%. De la misma forma, en zonas de interior como Segovia los restaurantes han facturado un 30% menos que en 2023 y los hoteles un 20%, pese a rozar el 80% de ocupación, según datos de la Asociación de Hostelería, Turismo y Alojamientos de Segovia (HOTUSE).

Hostelería de España sostiene que las terrazas y locales más pequeños, así como las zonas de costa donde tiene un mayor peso la climatología, han sido los grandes perjudicados al ver reducida la afluencia y consecuentemente las ventas. En cambio, los establecimientos de mayor tamaño y zonas de interior, más ligadas al turismo urbano, cultural y religioso, han tenido mejores resultados, con una mayor afluencia y mejores cifras de ocupación.

En general la actividad ha funcionado mejor en los mediodías y tardes, con un peor comportamiento de las noches, tanto en lo relativo a cenas como a ocio nocturno, que han notado una menor afluencia de clientes.

Al margen de lo anecdótico, supone un varapalo de graves consecuencias para un sector que depende de mantener la evolución positiva en ventas para compensar la pérdida de rentabilidad. Si ya de por sí los hosteleros suelen mirar el calendario de festivos como una oportunidad para compensar las fechas más bajas en productividad, la Semana Santa sirve como pistoletazo de salida de cara a una temporada alta marcada un año más por la incertidumbre en el consumo y la exposición al turismo extranjero.

Desde la patronal andaluza apuntan que por el efecto de la lluvia se ha prescincido de «algunos» refuerzos previstos en la contratación

Muchos negocios consideran estas fechas un primer escalón en el que tomar impulso. De hecho, marca el inicio de mayor número de contrataciones, que ya se mantienen durante toda la temporada estival. Sin embargo, en esta ocasión las previsiones de personal no han correspondido con la facturación esperada, lo que impacta directamente en aquellos bares y restaurantes que ya tienen constituidas sus plantillas. De hecho, desde la patronal andaluza apuntan que por el efecto de la lluvia se ha prescincido de «algunos» refuerzos previstos en la contratación.

A esto se suma las pérdidas económicas por la inversión realizada tanto en material como en aprovisionamientos. Mercancias perecederas que no se han vendido y a las que tratarán de buscar salida. «Con un sector, que por sus características, ha de ser previsor tanto en acopio de materias primas como personal (las contrataciones se han mantenido en cifras del pasado año alcanzando las tres mil contrataciones), las inversiones realizadas en ambos conceptos difícilmente se han visto recompensadas con un beneficio de ventas óptimo», indican la la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia.

Así pues, para muchos negocios las consecuencias se extienden más allá de una mala semana y anticipan unos meses desafiantes. Daniel Lorenzo, presidente de los Hosteleros Empresarios de Pontevedra (Hoempo), se cuenta entre los que ven con preocupación la evolución de la temporada ante este mal inicio.

A pesar de este paréntesis en la buena evolución de la actividad, marcado por la inestabilidad del clima, desde Hostelería de España se espera que los meses que vienen se recupere la buena evolución que se venía manteniendo en el inicio del año. «Esperamos que después de este punto de infleción llegue mejor tiempo y se consoliden en este siguiente puente de mayo las cifras turísticas a las que estamos aconstumbrados», concluye Yzuel.

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