La hostelería y la falta de profesionalización: más de la mitad del personal carece de titulización

La hostelería y la falta de profesionalización: más de la mitad del personal carece de titulización

Publicado el miércoles 24 de agosto del 2022 | 08:11
miércoles 24 de agosto del 2022 | 08:11

La hostelería tiene una urgencia, y no es otra que profesionalizar el sector. Lejos de ser un capricho, se trata de una prioridad asumida en el sector y que se ha reforzado ante el problema patente de cubrir las necesidades de personal. Hasta el punto que desde las principales asociaciones hosteleras trabajan ya con las escuelas en una renovación que va desde ajustar programas formativos lo máximo posible a las necesidades empresariales, hasta redefinir las categorías de cara a mejorar su prestigio. Se busca de esta forma hacer más atractiva la actividad y dotarle de un mayor valor añadido.

Lo cierto es que el reto afecta a todo el sector turístico. Según refleja un estudio elaborado por CaixaBank Dualiza, la restauración y hotelería mantienen un reto pendiente con la profesionalización de una gran parte de sus trabajadores, que se traduce en que más de la mitad de las plantillas carecen de un título adecuado al oficio que desempeñan, o no tienen estudios, o completaron la ESO o entraron tras terminar el Bachiller. Los técnicos de FP representan un 20% en ambos subsectores y los universitarios alcanzan esa cifra en el sector hotelero y solo un 10% en el de restauración. 

Por su parte, el sector de las agencias y operadores turísticos se observa una progresiva profesionalización que se traduce en una reducción de los trabajadores con nivel ESO o bachiller, y un aumento de quienes poseen FP de Grado Superior o estudios universitarios, que ocupan casi el 85% de los puestos laborales. 

Los cambios detectados en la composición del empleo y en el modelo de gestión de la cualificación se trasladan a nuevos requerimientos en los perfiles profesionales tradicionales del sector, que siguen vigentes en su gran mayoría. 

La mejora en el dominio de los idiomas, la sensibilidad medioambiental y el manejo de instrumentos digitales pasan a ser elementos fundamentales, por incorporar en todos los perfiles profesionales dirigidos al sector. 

Junto a ello, la mayor exigencia de los clientes que esperan vivir experiencias atractivas ha hecho evolucionar el servicio hacia una mayor personalización basada en el tratamiento de la información. Eso influye también en la restauración, que tiende a ampliar su variedad y su capacidad de adaptarse a las mayores necesidades de los clientes. 

Todo ello en un momento en el que el turismo trata de reconfigurar su actividad para saber si recuperará el modelo que se había establecido antes de la pandemia o tendrá que adecuarse a nuevas dinámicas. De recuperar el modelo pre- pandemia, el sector tendría que continuar con muchos de los desafíos que se encontraban en pleno desarrollo cómo el modo de reducir el impacto medioambiental, las expectativas de una clientela cada vez más envejecida, la redistribución de las nacionalidades de esos clientes o el debate sobre el coste-beneficios que castiga a aquellos núcleos de concentración turística.  

De hecho, durante los últimos años, todo el sector ha vivido ya un proceso de digitalización que afecta a todos los departamentos, desde la gestión del hotel y el proceso de reserva, a los camareros en el comedor, la planificación para la limpieza de las habitaciones, el mantenimiento… 

Se estima que sólo en el sector de la hostelería habrá un aumento de 137.955 empleos en la década actual, lo que supone un aumento de casi un 10%. La mayor parte de esos puestos de trabajo serán por reemplazo y se generarán hasta 2026, cuando el sector irá registrando un descenso mínimo pero gradual. 

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