La hostelería cierra la campaña de verano con claroscuros: mucho turismo pero menos gasto

La hostelería cierra la campaña de verano con claroscuros: mucho turismo pero menos gasto

Publicado el miércoles 06 de septiembre del 2023 | 06:00
miércoles 06 de septiembre del 2023 | 06:00

La campaña de verano toca a su fin sin haber llegado a cubrir las expectativas generadas por la hostelería en España, que apuntaba a un aumento del 10% en las ventas. Ni las zonas con mayor demanda turística terminan de mostrarse satisfechas con una temporada alta que se esperaba de récord pero ha cerrado con unos resultados por debajo de los obtenidos en 2022.

Tras un mes de julio flojo, en el que la alta afluencia turística no se correspondió con los niveles de gasto en muchos puntos del territorio nacional, las asociaciones del sector esperaban resarcirse en agosto, ya sin las expectativas iniciales. Con las cifras de empleo por encima de los 1,9 millones de trabajadores en julio y agosto, y aunque efectivamente la actividad ha sido mayor en este último mes, en líneas generales, el balance del sector es moderado.

En Madrid, donde el turismo se comporta de forma desigual en verano, la mitad de los bares, restaurantes, cafeterías, bares especiales, catering y demás negocios despiden el verano sin recuperar el pulso de la facturación prepandemia. «Tras una mala temporada para la mitad del sector y un mes de agosto que ha disuadido el consumo por las olas de calor», señalan desde Hostelería Madrid.

En concreto, este verano la facturación de la hostelería ha descendido en el 43,9% de los locales madrileños, mientras que se ha mantenido en el 14% e incluso ha aumentado en el 42,1% de los establecimientos. Situación que dibuja un «panorama de claroscuros» para la patronal, teniendo en cuenta que para casi cinco de cada diez asociados 2023 no está siendo el año de la recuperación económica.

La fórmula de mucho calor y menor turismo también ha sido un quebradero de cabeza para una hostelería murciana que valora positivamente la campaña, aunque esperaba mejores cifras de consumo. En el caso de los chiringuitos de Cartagena, agosto cerró con una caída del 10% en las ventas.

Los resultados tampoco han estado a la altura de los esperado en Burgos. Enrique Seco, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería burgalesa, cifra en un 8% la caída en la facturación experimentada durante la primera parte del verano, porcentaje que se dobla al hablar de un beneficio lastrado por la subida de costes.

Este pesimismo se extiende a la asociación de hosteleros Horeca Córdoba al afirmar que el mes de agosto «no ha sido bueno para el sector» y que ésta es una situación que, previsiblemente, se repetirá en los próximos años. Por ello, remarca la necesidad de adoptar medidas para combatir los efectos del cambio climático en la actividad turística.

Las olas de calor pasan factura

Más optimistas se muestran desde la Asociación de Hostelería de Navarra, ya que los datos han estado por encima de lo esperado. Partían de la previsión de un verano tibio, pero la llegada de turistas internacionales ha compensado la demanda nacional. En esta misma línea se manifiestan en Huesca, donde la ocupación media en el pasado mes ha estado en torno al 80%. No obstante, la Asociación de Hostelería y Turismo de la provincia llama a reflexionar ante un modelo de turismo que reclama experiencias de mayor calidad y más sensible al aumento de las temperaturas.

Satisfacción también entre los hoteleros de Cádiz tras un mes de agosto que se ha comportado dentro de la «normalidad postcovid», con llenos técnicos en casi toda la provincia. Al igual que en Elche, si bien los datos cosechados hasta la fecha no evita que las perspectivas de los empresarios de cara a los últimos meses de 2023 no son del todo buenas, aunque sin resultar alarmistas.

Y es que, más allá de las evidentes consecuencias climáticas, entre las preocupaciones de los empresarios destacan el fuerte incremento de los costes, tanto de alimentación, como laborales y de suministros. Así, en el caso de Madrid les preocupa también el descenso de gasto y de las visitas de los clientes habituales, y el descenso de consumo que se ha sufrido en agosto motivado por las olas de calor que han afectado a nuestra región, que ha disuadido a los ciudadanos que no estaban de vacaciones a salir a disfrutar de las terrazas y del ocio de Madrid. 

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