Después de 123 años recorriendo anualmente restaurantes de todo el mundo para elaborar su prestigiosa guía gastronómica, Michelin se lanza a hacer lo propio con hoteles. A partir de ahora ampliará su alcance creando una nueva distinción para hoteles conocida como la Clave Michelin. Los inspectores ya están en marcha y otorgarán anualmente llaves en lugar de las conocidas estrellas.

Queremos trasladar nuestra experiencia en la selección de momentos de excepción al mundo de la hotelería, para ayudar a encontrar lugares singulares«, aseguró el director de guías Michelin, Gwendal Poullennec. La organización lleva cuatro años trabajando en la diseño de esta guía, que contará «con los mismos criterios y la misma exigencia» que los restaurantes desde su cosecha inaugural, que verá la luz en la primera mitad de 2024.

«La guía fue creada para proporcionar a los viajeros claves para descubrir y aclarar sus elecciones en una época en la que había un déficit de información. Hoy en día, por el contrario, se enfrentan a un alud de información. Nuestros usuarios pasan un promedio de 10 horas en las pantallas preparando un viaje y consultan más de 10 plataformas, es realmente una odisea», explicó Pullennec sobre el origen de esta referencia.

La versión preliminar de esta guía de recomendandos cuenta con más más de 5.000 ‘hoteles notables’ en 120 países, con rangos de precios variados y estilos diversos. Se puede reservar directamente en todos ellos a través de la propia plataforma de Michelin, lo que abre una nueva vía de negocio para la compañía.

En la web de Michelin se establecen los cinco criterios que se han seguido para la selección de estos establecimientos: que el hotel sea un destino en sí mismo y contribuya a la experiencia local; su excelencia en arquitectura y diseño de interiores; la calidad y coherencia del servicio, confort y mantenimiento; su individualidad y autenticidad; y, finalmente, su capacidad para ofrecer una experiencia extraordinaria al precio adecuado.