Hace unos días El País desvelaba que restaurantes de Barcelona impiden sentarse sin acompañantes. En el reportaje en cuestión mencionaba que «locales de la calle Blai y del Eixample rechazan a clientes únicos en sus mesas» bajo el argumento de tener las reservas llenas, cuando en realidad están esperando la llegada de turistas dispuestos a realizar un gasto mayor. Cuestión sobre las que el Gremi de Restauració de Barcelona prefiere no pronunciarse, según las consultas realizadas por Sivarious.

Asimismo, también ha trascendido que los establecimientos de la Plaza Nueva de Bilbao, una de las zonas más concurridas de la ciudad, están dejando de servir cafés en terrazas. Según El Correo, la razón expuesta por los bares y restaurantes de la zona es que ofrecer este servicio no resulta rentable económicamente.

Ante la polémica generada por estas situaciones, que según el citado medio son consecuencia de una alteración en la politica de asiento en la hostelería tras el regreso del turismo masivo, Facua ha comunicado que se trata de una «práctica contraria a la ley» por parte de los restaurantes. «Limitar el derecho de acceso a un consumidor por el simple hecho de ir a comer sin acompañante y que esto pueda suponer menores ingresos al establecimiento es discriminatorio», indican desde la organización de consumidores.

La asociación explica que se trata de un posible comportamiento abusivo, ya que el empresario genera un obstáculo desproporcionado para el disfrute por el consumidor del servicio ofertado. Esta prohibición de ocupar una mesa sólo sería válida si la normativa autonómica o municipal sobre hostelería permitiese expresamente esta conducta empresarial.

Negar injustificadamente las demandas de los consumidores es motivo de sanción

Parte de las normas autonómicas de consumo recogen como infracción aquellas conductas empresariales por las que el empresario se niega injustificadamente a satisfacer las demandas de los consumidores.

Por lo tanto, Facua anima a cualquier persona que sea víctima de esta práctica discriminatoria en bares o restaurantes a que denuncie los hechos ante las autoridades de consumo de su comunidad autónoma.

Esta medida recuerda a la limitación de tiempo en función de la consumición y de si los clientes hacen cola para conseguir una mesa libre. Hace aproxidamente un año se detectaron casos de este tipo en terrazas de Barcelona y Bilbao, en lo que se reducía a media hora el tiempo para una consumición y a una hora para comer.