Ubicado en la calle Barquillo, el Hotel Only You Boutique alberga un pop-up del restaurante Tripea. Bajo la hábil guía del chef Roberto Martínez, Tripea se ha convertido en un destino imprescindible para los amantes de la gastronomía, desde su apertura en 2017. Fusionando sabores de Perú y el sudeste asiático, el restaurante ofrece una experiencia tentadora que deja una marca indeleble en el paladar.

Durante nuestra visita a Tripea, nos embarcamos en un viaje culinario que superó nuestras expectativas. Bajo la destreza de Pablo Rodríguez, encargado del proyecto Tripea en Only You, cada plato presentaba una sinfonía de sabores y texturas, que no dejó a nadie indiferente gracias a la experiencia del reconocido chef. El menú mostraba una variedad de creaciones exquisitas, pero fue el ceviche saltado de langostinos, con su sabor ahumado, el que se llevaba la palma.

Combinados delicadamente con una refrescante mezcla de rocoto y piquillos, creando una armonía de sabores picantes y ácidos, el plato fue realzado por la textura de la leche tigre, complementada por el aguacate cremoso y el crujiente de la canchita y el choclo. Si hubiéramos tenido hueco para repetir plato, sin duda habría sido el elegido.

Sin embargo, el ceviche saltado de langostinos fue solo la punta del iceberg. El viaje comenzó con una ostra con leche tigre, donde la mezcla del tomatillo con la leche tigre combinaba perfectamente con la ostra, gracias al toque sutil del aceite anticuchado. Para los que no somos amantes de las ostras, o incluso para los que no la toman por su fuerte sabor a mar, sin duda es obligatorio probarla para cambiar de opinión.

La croqueta de ají de gallina siguió el camino, con textura cremosa gracias al parmesano y el polvo de aceituna.

Los mejillones a la chalaca presentaron un giro encantador a la tradición, ya que fueron acompañados por un gazpachuelo acevichado, que aportaba un golpe cítrico. Las notas herbales de las hierbas frescas y el cebollino, junto con la cebolla frita crujiente, agregaron una textura deliciosa. Acto seguido, el tiradito de vieiras nos cautivó con su presentación artística y la fusión del ají amarillo con leche de tigre, las chalotas y el aguacate cremoso, en armonía con los sabores exóticos del maracuyá y el aceite de ají panca.

Un homenaje a la cocina peruana, la causa limeña, fue el último plato ante del postre. Posiblemente, el segundo premio del menú.

En cuanto a los postres, Tripea no decepcionó. La tarta de queso y maracuyá nos transportó a un mundo de dulzura y acidez equilibrada, mientras que el flan de lúcuma, acompañado de un chantilly de café, nos conquistó con su textura suave para cerrar.

Para maridar esta experiencia gastronómica, elegimos el Lusco Albariño D.O. Rías Baixas, una elección acertada, sin duda.