Ingredientes:
Hoy os traemos no una sino
cuatro versiones diferentes de
leche vegetal. Existen tantas bebidas vegetales como
frutos secos, cereales o
semillas queramos usar. Así que, tomad nota de las instrucciones para elaborar vuestra propia leche vegetal casera con lo que más os guste: cáñamo, anacardos, pistachos, quinoa, chufa…
¿Lo mejor? Son
fáciles de hacer, más
baratas que las envasadas y
cuidamos de los animales, del
medio ambiente y de
nuestra salud.
Además podéis
saborizarlas con diferentes ingredientes como
cacao (que funciona genial con la leche de avellanas),
canela, cáscara de limón o naranja,
cúrcuma, vainilla… Asimismo podéis
dejarlas con su sabor original para usarlas en recetas tanto saladas como dulces. Nosotros os proponemos usar vuestra leche vegetal para elaborar
pudin de chía, helados como
estos polos de melocotón, batidos como
el smoothie bowl de frutos rojos, o servirla con nuestra deliciosa
granola casera.
Cómo hacer leche vegetal casera:
En concreto: cómo hacer
leche de almendras,
leche de avena,
leche de avellanas y
leche de sésamo negro. Necesitaremos una
batidora, cuencos, botellas o
tarros para guardar las leches, y una
tela fina (trapo limpio, muselina, o bolsa para hacer leches vegetales).
La proporción de
agua sería
3-4 tazas por cada taza de fruto seco o semilla. Podéis añadir sirope de agave al gusto. Una cucharadita de
aceite de coco o girasol mejora la
textura y ayuda a la absorción de algunas
vitaminas liposolubles.
- La noche anterior a elaborar nuestra leche vegetal pondremos a remojo el ingrediente que vayamos a usar. Este proceso se llama activación y hace que los frutos secos sean más fáciles de triturar, digerir, y sepan mejor. En el caso de la avena, solo remojar una hora.
- Transcurrido el tiempo en remojo, escurrir y aclarar nuestro ingrediente base.
- Triturar varios minutos junto al agua, que añadiremos poco a poco, un pellizco de sal y el aceite.
- Colar a través de nuestra tela. Estrujar y exprimir para obtener la mayor cantidad de líquido posible.
- Prueba tu bebida vegetal y decide si quieres endulzarla, aligerarla, saborizarla… Guárdala en un recipiente en la nevera un máximo de 3-4 días.
Las leches vegetales suelen separarse en estratos al reposar:
agítalas antes de usar. No debemos
sobrecalentarlas, ni hervirlas ya que se cortarán.
Guarda la pulpa sobrante en el congelador, ¡os contaremos cómo usarla en otras elaboraciones!
¿Por qué tomar leche vegetal?
Las leches vegetales son una excelente opción si queremos
cuidar a los animales, al
medio ambiente, pero sobretodo para
nutrir nuestro cuerpo de la mejor forma posible.
El ser humano es el único mamífero que toma leche, distinta a la de su especie, después de ser destetado. Por este motivo gran número de personas acaban desarrollando intolerancia a la lactosa. Incluso sin ser alérgico a la leche, el consumo de esta puede tener consecuencias negativas para nuestra salud. En ocasiones al beberla ingerimos las hormonas y antibióticos presentes en los cuerpos de vacas, ovejas…
Muchas empresas de la industria láctea tiene procedimientos que conllevan un terrible maltrato animal. Las vacas son inseminadas artificialmente para seguir produciendo leche. Los terneros son separados de sus madres poco después de nacer, y alimentados con sustitutos lácteos artificiales que les causan anemia.
Además, el impacto ambiental de los lácteos es altísimo: se contaminan aguas con el estiércol, aumenta la toxicidad del suelo (por el uso de pesticidas y fertilizantes), las emisiones de metano contribuyen al cambio climático…
Si te animas a introducir la leche vegetal en tu alimentación estarás ayudando a reducir el cambio climático, y a mejorar tu bienestar personal.
Elige tu favorita y ¡a beber!