Ingredientes:
Dos palabras:
comida rosa. Hoy ampliamos nuestra lista de
patés vegetales con este atractivo
hummus de remolacha, una versión facilísima del hummus tradicional que, al igual que este, ¡querrás comer
non stop! En
tostadas y sándwiches, junto a unas patatas asadas, con crudités, como
salsa en una ensalada… ¡Tú eliges!
Es cierto que el
sabor terroso de la remolacha no le gusta a todo el mundo, pero en esta receta
se suaviza combinada con el resto de ingredientes. Si quieres familiarizarte con este sabor, ¡el hummus de remolacha es lo que buscas! Puedes probar con menos cantidad de remolacha y aumentar poco a poco hasta que esté a tu gusto.
Si eres fan de los
patés vegetales guarda en la recámara la receta de
hummus de guisantes y menta, o la de
muhammara, elaborada con pimiento asado y nueces. ¡Y que alguien traiga una barra de pan!
Cómo hacer hummus de remolacha:
En esta ocasión hemos utilizado
garbanzos de bote y
remolachas ya cocidas. Podéis usar remolacha cruda,
asada en el horno o cocida por vosotros mismos. En cuanto a los garbanzos, podéis cocer una gran cantidad y guardarlos en el congelador para usarlos cuando sea necesario. ¡De este modo ahorramos dinero y envases! Esta receta puede hacerse con una batidora de mano, Thermomix, robot de cocina o similares.
- Escurrimos y lavamos los garbanzos.
- Introducimos en un procesador de alimentos: los garbanzos, las remolachas, el ajo, el comino, el zumo de limón, el aceite de oliva, el tahini y una o dos cucharaditas de sal.
- Trituramos hasta obtener una textura homogénea.
- Probamos para rectificar la sal, el comino, y el zumo de limón si fuera necesario.
- Dejamos reposar un rato en la nevera para que se enfríe y se asienten los sabores.
¡Servir y comer como más nos guste!
Si te gusta el sabor de esta raíz echa un vistazo al
gazpacho de remolacha, ¡te encantará!
Propiedades de la remolacha:
Las remolachas, además de su
sabor y su bonito y
vibrante color, nos proporcionan diferentes nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Esta raíz ayuda a
depurar la sangre y el hígado y es capaz de
absorber los metales pesados de nuestro organismo. Gracias a algunos fitonutrientes
limpian la vesícula y el
conducto biliar, e impulsan la
regeneración de las células hepáticas.
Son consideradas un
alimento anticancerígeno y
antioxidante en parte por su contenido en flavonoides. Ayudan a combatir algunas enfermedades cardíacas gracias a la
betaína. Son también ricas en
fibra y minerales como
magnesio (beneficioso en épocas de estrés)
, potasio,
fósforo y
calcio.
Y por si todo esto fuera poco, tienen una
buena dosis de vitamina C, ¡también en las hojas! Si consigues
remolachas crudas: usa los tallos rosas como si fuera apio, y las hojas en zumos verdes, como en este
green smoothie, o en una mezcla de hojas como base de una ensalada.
En crudo, las frutas y verduras conservan intactas las vitaminas. De hecho ¡puedes usar la raíz cruda en este hummus de remolacha! Eso sí, pásala por un rallador antes para facilitarle el trabajo a tu batidora.