Bizcocho de vainilla

Ingredientes:

Hoy os queremos enseñar una receta que lleva pasando de generación en generación en nuestra familia y aunque es una merienda muy común, jamás he comido uno como el que preparaba mi madre cuando era pequeña. Se trata ni más ni menos que de un delicioso bizcocho de vainilla.

Suave, esponjoso y perfecto para endulzar cualquier momento. Sírvelo con un poco de azúcar glass por encima, o con un glaseado de vainilla. Prepáralo utilizando un molde bundt o en un molde rectangular, tú escoges. Podemos transformar todos nuestros bizcochos en unos bundt cake, tan solo utilizando este molde de forma especial.

Si os gusta desayunar con estos esponjosos y deliciosos bocados, no dudéis en probar nuestro increíble bizcocho de limón, o el bizcocho vegano de plátano y canela, el bizcocho vegano de manzana, o nuestro tradicional bizcocho de naranja.

Cómo hacer bizcocho de vainilla:

1. Antes de nada, precalentamos el horno a 165º con ambas resistencias y haciendo uso del ventilador. Así, conseguimos que el calor se reparta bien por todo el electrodoméstico.
2. Ahora, cogemos el molde que vayamos a emplear y lo embadurnamos con un poco de mantequilla y lo espolvoreamos con harina. Le damos la vuelta al molde encima del fregadero y quitamos el exceso. Esto hará que sea fácil desmoldar el bizcocho que vayamos a preparar.
3. A continuación, empezamos con la masa del bizcocho bundt de vainilla. Cogemos un cuenco grande y colocamos por encima un colador. Echamos sobre el colador los ingredientes secos: la harina, la sal y la levadura en polvo. Tamizamos. Con esto conseguimos separar todas las partículas y obtener un bizcocho más esponjoso y ligero. Reservamos.
4. Posteriormente, vertemos en otro bol grande la mantequilla y el azúcar. Mezclamos con unas varillas eléctricas hasta que el azúcar se haya disuelto y tengamos una masa homogénea, suave y sin grumos, ni granos de azúcar.
5. En cuanto tengamos este proceso hecho, vamos agregando los huevos, uno a uno, e integrando en la mezcla anterior. Echamos el extracto de vainilla y volvemos a mezclar. Es importante que los huevos estén a temperatura ambiente.
6. Ya solo queda juntar el contenido de los dos cuencos. Procedemos echando la harina y el suero de leche, poco a poco, en el bol de los ingredientes húmedos. Iremos integrando con movimientos envolventes y la ayuda de una espátula de silicona hasta que todo esté completamente integrado.
7. Echamos la mezcla resultante en el molde ya engrasado de forma uniforme. Nos ayudamos de la misma espátula de silicona para aprovechar por completo la masa realizada. Cogemos el molde y le damos unos golpecitos contra la encimera o el suelo, dejando caer desde pocos centímetros de distancia para controlar el contenido. Esto hará que se eliminen las posibles bolsas de aire que se hayan podido formar en su interior.
8. Metemos en el horno durante 40 / 45 minutos, o hasta pinchar con un palillo o cuchillo y salga limpio.
9. Cuando haya transcurrido el tiempo, sacamos y dejamos enfriar por completo antes de desmoldarlo.

¡Listo! Podemos servirlo espolvoreado con un poco de azúcar glass o hacerle un glaseado de vainilla para echarle por encima.

Para hacer el glaseado de vainilla necesitaríamos unos 225 gramos de azúcar glass, 3 cucharadas de leche y 1 cucharadita de extracto de vainilla. Combinamos en un recipiente todos los ingredientes hasta tener una consistencia espesa. Echamos por encima del bizcocho de vainilla frío, y a disfrutar.