La armonía de la tradición y la modernidad tiene un nombre: Bodegas y Viñedos Pujanza

La armonía de la tradición y la modernidad tiene un nombre: Bodegas y Viñedos Pujanza

viernes 10 de mayo del 2024 | 14:29
B2C

Andrés Sánchez Magro

En un mundo donde la innovación a menudo se asocia con lo futurista y lo vanguardista, la historia de Bodegas y Viñedos Pujanza es un recordatorio reconfortante que la modernidad puede encontrarse en el retorno a las raíces. Fundada por mi querido y gran amigo Carlos San Pedro, descendiente de una larga estirpe de viticultores, esta bodega familiar encarna la esencia misma de la tradición y la pasión por el vino, que presume dirigir una de las joyas de la corona de La Rioja.

Carlitos, padre de 2 hijos, Jorge de 18, y Carlos de 21 años. Este también lleva en la sangre la pasión por el vino y actualmente estudia la carrera de enología, y pronto formará parte de esta gran aventura enopática. La infancia de Carlos estuvo marcada por el aroma a fermentación que emanaba de la bodega de su familia, y desarrolló desde temprana edad una profunda conexión con la tierra y con el arte de la vinificación. Para él, el vino no es solo una bebida, sino una expresión de la identidad y el carácter de la tierra de la que proviene. Con esta convicción arraigada en su corazón, decidió embarcarse en una misión: recuperar la esencia de los
vinos tradicionales de Rioja, pero con una nueva perspectiva, la de una mirada fresca hacia el viñedo y sus posibilidades. “Si me preguntan por qué creo que es una tierra de grandes vinos, mi respuesta es sencilla y casi obvia: no se pueden elaborar grandes vinos sin una historia detrás” ¡grande Carlitos!.

Así nació Bodegas y Viñedos Pujanza en 1998, cuando Carlos tenía solo 25 años. Su enfoque se centró en el viñedo, en comprender las condiciones únicas de cada parcela y en permitir que la personalidad de la uva se expresara plenamente en el vino. Con el tiempo, la bodega ha crecido hasta abarcar 40 hectáreas de viñedo propio, todas ellas situadas en Laguardia, en la prestigiosa región de Rioja Alavesa.

Carlos San Pedro sueña con convertir a su bodega en un referente clásico en el mundo del vino de Rioja

Pero más allá de la expansión física, lo que distingue a Pujanza es su compromiso inquebrantable con la calidad y la autenticidad. Carlos San Pedro sueña con convertir a su bodega en un referente clásico en el mundo del vino de Rioja, un nombre que inspire confianza y respeto en cada copa servida. Y para lograrlo, sabe que cada paso, desde la selección de las uvas hasta el proceso de vinificación, debe realizarse con el máximo cuidado y dedicación, por el que lucha día a día incansable.

Laguardia, con su paisaje montañoso y su clima continental moderado, es el hogar perfecto para los viñedos de Pujanza. Aquí, la altitud y los suelos proporcionan el entorno ideal para el cultivo de variedades como la Tempranillo y la Graciano, que dan lugar a vinos de gran elegancia y complejidad. Carlos entiende que el verdadero carácter de sus vinos reside en la tierra misma, en la historia y la tradición que impregnan cada cepa. Ummm, esos blancos y ese mítico Añadas Frías.

Carlos San Pedro

Los vinos de Bodegas y Viñedos Pujanza son el resultado de esta filosofía arraigada en el respeto por la tierra y en el deseo de transmitir la autenticidad de la Rioja Alavesa en cada botella. Frescos, sutiles y equilibrados, estos vinos son un tributo a la herencia de la región y a la visión de un hombre apasionado por el vino y sus tierras.

En conclusión, Bodegas y Viñedos Pujanza es mucho más que una bodega: es un testamento vivo a la rica historia y al profundo arraigo cultural de la Rioja Alavesa. Con Carlos San Pedro a la cabeza, esta bodega familiar continúa su búsqueda incansable de la excelencia, redefiniendo así el significado de la modernidad y la elegancia en el mundo del vino que año tras año podemos disfrutar de ella y siendo muy sinceros, yo me considero un auténtico ¡Pujanzista! ¡Ole tú Carlos y tu magia por el vino!

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