Andrés Sánchez Magro

En el año 2013 se pone en marcha este club inspirado en la revista Matador, siguiendo su espíritu y el de su creador, el desaparecido Alberto Anaut. Es un punto de encuentro donde se reúnen grandes personajes como empresarios, banqueros, miembros de la aristocracia, gatos
de distintas profesiones, edades, culturas pero con el mismo fin un “Lugar de inspiración” lejos de las miradas indiscretas. Un sitio donde puedan llevar a cabo una reunión para que las ideas fluyan bajo la tranquilidad, la exclusividad y el ambiente cálido adecuado. De hecho para acceder a él hay que pasar una puerta donde la llave es la propia huella dactilar.

Matador está constituido por 100 socios fundadores que inicialmente han tenido que abonar unos 10.000 euros para formar parte de esta sociedad. También se encuentran los socios generales que aportan una cantidad anual, pero para formar parte de ella han tenido que ser presentados por socios fundadores o por dos socios generales, muy selectos. Está prohibido acceder con ropa deportiva, pero lo más llamativo es que también está se veda usar móviles y hacer fotografías por la seguridad de todos los socios; para ello hay una sala exclusiva.

Aquí no se viene a beber, aquí se viene a disfrutar de lo que se bebe

El club cuenta con diversos espacios y finalidades. Se compone de una biblioteca, coctelería, bodega y barra de vinos de Jerez, sala de tabaco, restaurante, sala de proyección de cine, zona de trabajos, dos reservados y un impresionante salón con unas vistas fantásticas al jardín, en el
que se destaca la elegancia y la atención casi personalizada a cada uno de sus socios. Los amantes de la cultura aquí tienen un templo, ya que disponen de diversas actividades como el Jazz, exposiciones, cine etc. Aquí no se viene a beber, aquí se viene a disfrutar de lo que se bebe.

En la calle de moda de Europa Jorge Juan no 5 de Madrid, se encuentra el club Matador, rodeado de grandes tiendas de firma. Desde el exterior no se puede intuir que esto es un club y que dentro nos encontramos en uno de los sitios más exclusivos de la capital. En este piso de unos 900 mts de mediados del siglo XIX, puedes admirar grandes obras ya que en sus paredes cuelgan varios Picasso, Barceló y Antonio López. Cuadros cedidos por los propios fundadores del club donde la modernidad y el club privado no están reñidos. Actualmente presumen de más de mil abonados.

De Matador hay que destacar sus fogones con el mismo nivel de calidad. A anotar una amplia carta para salir bien comido, y sin olvidar su larga barra cargada de los mejores licores del mundo.

En el boca a boca se habla del lugar chic para el madrileño de nivel. Enrazado y con clase, como los grandes matadores.