Los mejores restaurantes para saborear la Tierruca de Cantabria
Uno de los destinos favoritos para los que aman el Norte, temperaturas frescas, gente seria y un nivel de vida siempre apetecible. Un conjunto de grandes restaurantes, productazo, y el saber hacer componen nuestras recomendaciones favoritas.
LA BICICLETA (Hoznayo)
Una estrella con nivel de dos. Para mí el mejor. Gastronómicamente académico. Restaurante muy vivo, pujante, quiere crecer, hay energía. platos sorprendentes con la imaginación viajera justa. Han mejorado bodega.
LA BOMBI
El clásico por excelencia. Producto sin complicaciones. Alguno de los dueños siempre está y te sientes en casa. Ambiente en un local siempre lleno y animado. La mar en estado puro. Solo por comerse la rabas en esa casa o las anchoas merece la pena.
LA SOLANA (La Bien Aparecida, Ampuero)
Casona dominando un valle precioso. Es el típico caso de familia de cocinera cuyo hijo toma el relevo y le da un vuelta. La peculiaridad es que madre e hijo coexisten, pero cada uno sigue a los suyo. Cocina casera de guiso, croqueta y tortilla de patatas con la más moderna del hijo. Ibas a comer y en la misma sala donde tomabas el degustación tenías un cumpleaños de señoras del pueblo atendidas por la madre dándoles su cocina, no la del hijo.
CASA CIRANA (Santander)
En una ciudad como Santander es difícil hacer hueco si “eres de fuera”. Pero aquí hay cocina como la de cualquier casa (cuatro fuegos y un horno convencional) a la que le saca (con mucha preparación previa) un partido excelente. El único sitio en Santander donde tienes cocina de verduras, escabeches, encurtidos, algas, pescados y carnes curados o al vapor, y cocina de temporada de verdad (lo que hay en cada momento y con muy frecuentes cambios). Merece un respeto y una visita. Es distinto al resto.
LA MULATA (Santander)
Buena barra, camareros con oficio y vestidos como tales. Muy buen marisco a precio razonable. Mejor no salirse de eso. El sitio para muchos parroquianos y para los que dicen amar las cosas buenas sin trampas.
El RONQUILLO (Ramales de la Victoria).
Gastronómico con sabores intensos, fondos muy trabajados y limpios. Sardina, setas, gazpacho… De comer reventar. cuidado con el pan que no se llega a final de menú. Uno de los lugares predilectos del gran Eric Vernacci.
CENADOR DE AMÓS
El tres estrellas. Sobre todo creativo. Jesús Sánchez y sus “acertijos” por una senda de expectación y fascinación. Obviamente tiene algo. Sobre todo en concepto y entrantes. nivel de precisión e imaginación son absolutamente incomparables. Buena sala y bodega profunda.
BAR EL PUERTO (Santander)
Otro de los clásicos. Mas caro. Producto. Barra larga, amplia y bonita. Un par de mesas en terraza y como la sala, con vistas a Puerto Chico. Una de esas barras majestuosas que merecen capítulo propio.
LA CIGALEÑA (Santander)
Ya no tiene barra, solo mesas. Andrés Conde es un tipo extraño. No tiene precisamente don de gentes. Pero de vinos sabe como el que más, y quiere que la gente beba vino y lo disfrute. Así que te ofrece una amplia y seleccionada variedad por prácticamente el PVP, si lo compras para tomártelo en casa.
EMMA GASTRO (Suances)
La sala tiene unas vistas espectaculares, aunque está en los bajos de un edificio de viviendas. Cocina mejicana con cosas asiáticas. sorprendente y arrollador. Uno de los lugares de culto..
SERBAL (Santander)
Su sala es de escuela. Muy agradable con vistas a la 2ª playa del Sardinero y los jardines. La bodega es interesante. Apetecible que necesita algún cambio de vez en cuando. Y el precio, para ser un estrella Michelin, esta muy muy bien.
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