Situado a menos de una hora de Madrid, en la zona del jardín de La Alcarria, también conocida como La Provenza española, se encuentra Castilla Termal Brihuega, el primer hotel de cinco estrellas de Guadalajara. Con apenas cuatro meses de vida, el quinto alojamiento de la cadena se ha convertido en un auténtico templo del wellness en el que es posible desconectar de la rutina disfrutando a la vez de la gastronomía tradicional con un toque de vanguardia.

Indudablemente, uno de los atractivos que presenta el alojamiento es la historia de su edificio. La cadena de lujo especializada en la rehabilitación de inmuebles de alto valor patrimonial eligió la Real Fábrica de Paños de la localidad castellanomanchega para instalar su nuevo hotel y así darle una segunda vida. 

En sus orígenes, el edificio fue fundado por el rey Fernando VI en 1750 y es uno de los ejemplos de arquitectura industrial del siglo XVIII en España. Tras una rehabilitación valorada en 14 millones de euros ha abierto sus puertas este año permitiendo que sus huéspedes se empapen de la esencia del declarado Bien de interés Cultural.

Castilla Termal Brihuega recupera con delicadeza y dulzura el que es considerado una joya de la arquitectura industrial del siglo XVIII, la Real Fábrica de Paños de la localidad.

Área wellness de cerca de 2.000 metros cuadrados

Sus 78 habitaciones conservan la esencia de la Real Fábrica de Paños y ofrecen una decoración mimada, actual e integrada con el mobiliario de la época. Alta calidad y buen gusto para garantizar máximo confort. 

Para la cadena hotelera el agua es una de las grandes prioridades. Por ello, cuenta con un sistema por el que se reutilizan en el sistema de inodoros y en el riego de los jardines tanto las aguas pluviales acumuladas en las cubiertas del edificio como las de las piscinas.

En este sentido, lo que le da tanto protagonismo al agua es la naturaleza de balneario que tiene Castilla Termal Brihuega. Uno de los valores añadidos de este hotel de lujo es su área de bienestar formada por amplias zonas termales en un área wellness de cerca de 2.000 metros cuadrados. En este espacio también se incluye una amplia y acogedora piscina termal, jacuzzi y una piscina exterior infinity con vistas al Valle del Tajuña.

Aunque no cabe duda alguna de que las joyas de la corona son las 11 cabinas de tratamientos donde se puede disfrutar de exclusivos masajes, duchas Vichy y rituales termales.

El equipo de Castilla Termal desarrolla en cada hotel protocolos específicos que se adaptan a la historia y las peculiaridades de la zona. Por ello, en Castilla Termal Brihuega se ofrecen tratamientos especialmente diseñados con recursos autóctonos como la miel, la lavanda e incluso las telas, en honor a sus orígenes.

La cocina kilómetro cero

Por su parte, la gastronomía es otra de las señas de identidad de los hoteles de la cadena de lujo. Castilla Termal vuelve a apostar en Brihuega por los productos de kilómetro cero, de la propia localidad.

En este contexto, el alojamiento dispone de su espacio gastronómico La Redonda, un espacio muy especial que se encuentra situado bajo su emblemática cúpula. Su carta la compone una combinación de cocina tradicional y moderna, elaborada con productos autóctonos de La Alcarria de la más alta calidad.

Además, el hotel dispone también de gastrobar, comedores privados, salón de actos con capacidad para 208 personas y salas de reuniones, que se adaptan a las necesidades de sus huéspedes. Cuenta con menús personalizados para comidas de empresa y celebraciones.

El hotel de Brihuega es el quinto de la compañía, sumándose a los ya establecidos en Olmedo (Valladolid), Valbuena de Duero (Valladolid), Burgo de Osma (Soria) y Solares (Cantabria). Con esta apertura, Castilla Termal consolida su posición como referente en el sector del termalismo de calidad.

En cuanto a los planes de crecimiento de la cadena, próximamente Castilla Termal continuará su expansión con dos nuevos hoteles en Peñaranda de Duero (Burgos) y en Cotalba (Valencia), ambos de 5 estrellas.

Celebraciones de Navidad

Con motivo de la proximidad de las fechas navideñas, Castilla Termal propone una serie de experiencias de bienestar, relajantes, gastronómicas o enoturisticas para disfrutar en sus cinco establecimientos de toda España. Castilla Termal propone experiencias de bienestar, gastronómicas y enoturísticas para esta Navidad. Son más de 100 actividades de todo tipo con el bienestar como protagonista. 

Estas experiencias pueden ser adquiridas con o sin alojamiento incluido por un precio desde 35 euros. Además, existe la opción de personalizar la actividad que se elija para poder incluir los tratamientos o propuestas gastronómicas que se deseen. Una vez adquiridos los bonos, éstos son válidos durante los 18 meses.