Protos supera los 50 millones a lomos de la hostelería en el mejor año de su historia
«Hemos tenido el mejor año de toda nuestra historia». Carlos Villar, director general de Bodegas Protos, lleva dos años en posición de repetir este titular. Y es que aunque 2021 representó el año de su recuperación, con una cifra de negocio de 48,4 millones de euros y un beneficio neto de 13,5 millones, 2022 fue todavía mejor. La compañía vallisoletana superó los 50 millones facturación el año pasado, todo un hito en casi cien años de trayectoria.
En conversaciones con Sivarious, el directivo atribuye estos resultados al buen rendimiento de la hostelería. «Para nosotros la hostelería es nuestra alma máter, la que ha hecho que la marca de Protos sea lo reconocible que es actualmente».
También lo asocia al crecimiento de las tiendas y la venta online durante la pandemia, que ha favorecido nuevos momentos de consumo en el hogar. En cierta medida, el impulso de ambas ramas ayudó a compensar la bajada en Horeca, que supone la pata más importante de comercialización.
«Para nosotros la hostelería es nuestra alma máter»
Pese a ser el área que más sufrió debido al cierre de la hostelería, las ventas sólo bajaron un 5% en 2020. Luego en 2021 experimentó una importante recuperación, al crecer un 29,7% gracias a la reactivación del consumo. Lo hizo por encima de exportación (27%) y enoturismo (66%). Una tendencia que se mantuvo en 2022, aunque a un ritmo algo menor.
Nuevas vías negocio
Pero igual que Protos se considera garante de la hostelería, para la que trabaja productos en exclusiva, ser pioneros forma parte de su ADN. Lo fueron hace casi 100 años como primera bodega de Ribera del Duero y se proponen volver a serlo ahora como destino enoturístico.
A este respecto, Protos inauguró a finales de febrero del Ágora de Protos, que conjuga un nuevo restaurante, enoteca y wine bar. Este nuevo proyecto gastronómico, ubicado en el edificio histórico que vio nacer las bodegas en 1927, aspira a incrementar la cifra de 40.000 visitantes que cada año llegan a las instalaciones centrales de Peñafiel (Valladolid).
«Es un edificio que ha sido toda nuestra historia y que hace tres años dejamos de utilizar por unas instalaciones nuevas más tecnológicas y mejor adaptadas para elaborar vinos. Evidentemente, no podía quedar en desuso ni parado. Teníamos que darle vida y tras valorar varios proyectos más enfocados a la formación, de exposición de producto o exhibiciones, decidimos crear un wine bar y mezclarlo con la gastronomía», según las palabras del directivo.
Aunque el negocio principal de la compañía sigue siendo elaborar buenos vinos y venderlos por todo el mundo, reconoce que en los últimos años el entoturismo ha ganado relevancia desde el punto de vista estratégico. «Nos da una comunicación brutal, porque la gente nos conoce personalmente y saber quién está detrás de la marca sin distribuidores ni importadores de por medio «, reconoce Villar sobre la posibilidad de interactuar directamente con el consumidor final.
«A partir de ahí, sí que es verdad que también se genera negocio, porque la venta privada crece cada día en España. La gente prefiere comprar directamente en la bodega, así que es un negocio que está abriendo sus puertas como un nuevo canal de comercialización».
De cara al presente 2023, los objetivos están centrados en la exportación, que supone una carrera de fondo para la bodega. «Somos una de las marcas más poderosas a nivel nacional y queremos consolidar esa posición fuera de nuestras fronteras». Para ello, estudia realizar nuevas compras de viñedos con el fin de mejorar la capacidad y calidad de producción.
