Cambios en lo más alto de Restaurant Brands International (RBI). La matriz de Burger King y Popeyes acaba de anunciar el próximo relevo en el sillón del consejero delegado, que a partir del 1 de marzo pasará a ocupar Joshua Kobza como parte de un proceso de sucesión en curso. Relevará en el cargo a José Cil, quien permanecerá ligado a la empresa durante un año como asesor para facilitar la transición.

Kobza asumirá la máxima responsabilidad tras ocupar diversos puestos en la compañía durante los últimos 11 años, incluido el de director financiero de 2013 a 2018, director de tecnología y desarrollo (2018-2019) y, más recientemente, director de operaciones. A lo largo de todo este periodo, ha sido el encargado de supervisar la estrategia a nivel de negocio, tecnológico, recursos humanos, adquisiciones o desarrollo. Fue parte fundamental en el equipo que cerró la compra de Tim Hortons en 2014, Popeyes en 2017 y Firehouse Subs en 2021.

El nuevo CEO de RBI reportará directamente a Patrick Doyle, ex director ejecutivo de Domino´s, quien fue nombrado presidente ejecutivo el pasado noviembre. «Durante los últimos años, la junta directiva ha trabajado con la gerencia para crear un plan de sucesión bien pensado para puestos clave, por lo que esta es una transición natural para que Josh lidere nuestra próxima fase de crecimiento», ha declarado Doyle en un comunicado.

Kobza cree que la empresa puede “crecer mucho más rápido en nuestros mercados internacionales”

Aunque no tiene ninguna prioridad en su hoja de ruta, Kobza cree que la empresa puede “crecer mucho más rápido en nuestros mercados internacionales” y quiere dar a cada una de las cuatro marcas “más autonomía” para invertir en nuevas áreas. como mejor les parezca. No obstante, hay planes de invertir 400 millones de dólares durante los dos próximos años para estimular el crecimiento de Burger King en Estados Unidos.

La noticia del relevo en la cúpula de RBI se ha comunicado horas antes de la publicación de los resultados anuales. El grupo propietario de Burger King y Popeyes cerró el 2022 con unas ventas globales de 1.482 millones de dólares (1.382 millones de euros), lo que supone un incremento del 13% respecto año anterior. De la misma forma, el Ebida ajustado aumentó un 7,5%, hasta los 2.378 millones de dólares (2.218 millones de euros). Al 31 de diciembre de 2022 , la deuda total ascendía a 13.400 millones de dólares (12.500 millones de euros.